El Rojo le ganó 1 a 0 a Olimpia, con gol de Trejo, e irá a
la revancha en Asunción con la tranquilidad de haber mantenido el arco en cero
de local. Fue bueno el partido del equipo de Pellegrino. Méndez fue expulsado
por un codazo a los 38' ST.
Cuarta victoria al hilo de Independiente entre torneo local
y Sudamericana. Y con una buena prestación del equipo de Mauricio Pellegrino.
No fue brillante, tampoco avasallante, sí marcó una diferencia en el juego que
se trasladó al resultado, con gol de Trejo, precisamente el jugador más
resistido de los once que puso Longaniza en cancha. Es verdad que el pibe había
tenido alguna imprecisión en la salida. Su reivindicación (primer gol en
Primera) fue al capitalizar un desborde/asistencia de Martín Benítez, el
jugador top del partido.
El Rojo jugó con intensidad y dinámica en el primer tiempo.
Cuesta reventó el palo de un zurdazo. Y dispuso de otras chances, como la de
Vera, que el arquero Barreto sacó con un resquicio, y otro remate de Benitez
que se fue por poco. Olimpia tuvo el libreto imaginado, casi un ADN del fútbol
guaraní: dos líneas de cuatro y, sin colgarse del travesaño, esperó para sacar
la contra con transiciones rápidas, con Salgueiro de ejecutor. Lo logró pocas
veces. En eso está el mérito de Méndez y Ortiz para copar el mediocampo y la
movilidad del Cebolla Rodríguez para posicionar a Independiente como dominador,
una tranquilidad que jamás perdió, también sostenida por la seguridad de los marcadores
centrales.
En el ST el Rojo bajó su continuidad en la elaboración del
juego aunque jamás cedió la bola. Olimpia tuvo una clara para igualar a través
de Ceballos, que reventó el palo. Aunque el Rojo nunca perdió la concentración
ni liberó amplios espacios para los paraguayos. A Pellerano le anularon un gol
por claro offside, pero no fue la única local para el 2-0.
Lo de Benítez sorprende. Pellegrino lo había resguardado
ante Chicago, el último sábado. Estuvo a full, los rivales no sabían dónde
tomarlo porque no se quedaba estático y tuvo buenas combinaciones con Vera, que
entendió bien lo a qué había que jugar. Otra razón del predominio local.
Punto negativo: la expulsión de Méndez por un codazo a poco
del final. Un arrebato impropio para un futbolista de su experiencia.
De todas maneras el balance es positivo: el 1 a 0 se
potencia porque el gol de visitante vale doble y un tanto del Rojo en la
revancha en el Defensores del Chaco obligaría a Olimpia a meter tres para
clasificar a cuartos de final. Por eso la ventaja lo copa.
Fuente Olé
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