Cuando irrumpió en el fútbol, la "Pulga"
sobresalía por su gambeta y velocidad. Luego, aparecieron los goles; pero con
el correr del tiempo le sumó a su repertorio la precisión en pelotas detenidas.
Ahora, se conoció cómo aprendió el rosarino a mejorar la técnica. ¿Su maestro?
Uno de los mejores jugadores de la historia.
Lionel Messi entró en la historia del fútbol, hoy ya es un
jugador 'maduro' y que ha llegado a los lugares más altos de este deporte. Su
camino es en una línea que no para de crecer y mejorar día a día. En sus
inicios, sobresalía en el Barcelona a pura gambeta, desfachatez y velocidad.
Con el correr de los partidos, ganó en confianza y se transformó en un goleador
letal, con un amplio repertorio.
Luego, como si le faltase algo, le añadió a su juego la
precisión a la hora de ejecutar tiros libres. Pero esto no fue casualidad, tuvo
un maestro que todos envidiarían. Según Fernando Signorini, ex preparador
físico de la Selección, fue Diego Armando Maradona su mentor.
En su libro 'Fútbol llamado a la rebelión. La
deshumanización del deporte', detalló paso a paso cómo "Pelusa" le
transmitió su sabiduría a la "Pulga"...
LO QUE LE DIJO:
"En febrero de 2009, a poco tiempo de haber asumido
Diego Maradona como técnico de la Selección, fuimos a Francia a disputar un
amistoso ante el combinado local, en Marsella. El día anterior al partido
hicimos una práctica en el estadio, donde Diego trabajó con los once titulares
en el táctico y yo me quedé con el resto haciendo un 'loco' hasta terminar el
entrenamiento. Cuando dio la orden de terminar, Mascherano, Tevez y Messi le
pidieron si podían quedarse haciendo tiros al arco, a lo que Maradona accedió.
En un momento, Messi puso la pelota mirando hacia el arco, un poco sobre la
izquierda y cuando le pegó, su remate se fue lejos, por arriba del ángulo de la
mano derecha de Carrizo. Él hizo un gesto de fastidio y, como enfiló para el
vestuario, le salí al cruce: 'Decime una cosa, ¿un jugador como vos se va a ir
a duchar con esa porquería? Dejate de hinchar las bolas. Agarrá una pelota y
volvé a intentar'. Termino de pronunciar eso y veo que viene Diego, que lo
había escuchado todo, como siempre. Lo tomó del hombro y le dijo: 'Leito,
Leito, vení, papá. Vamos a hacerlo de vuelta'. Era como un profesor con un
alumno. Y siguió: 'Poné la pelota acá y escuchame bien: no le saques tan rápido
el pie a la pelota porque si no ella no sabe lo que vos querés'. Entonces, la
acarició con la zurda y la clavó en el ángulo, inflando la red ante la mirada
de admiración de Messi".
Y para cerrar, esbozó: "Para los que hablan de los
celos de Diego, ¿qué celos? Le estaba abriendo el mundo del conocimiento y no
le cobró nada. Yo pegué media vuelta y no quise ver más, ya era suficiente.
Allí estaba el fútbol argentino".
Fuente Play Fútbol


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