Por Javier Brizuela
Un día como hoy, pero hace 56 años, Independiente vencía 3 a
2 al mejor Santos de la historia y lograba su primer Maracanazo.
Fue en la ida de la semifinal de la Copa Libertadores,
llamada en ese entonces Copa de Campeones de América.
Se trató de uno de los triunfos coperos más resonantes y
también de una gran hazaña, porque el Rojo se enfrentaba en el mítico estadio
Maracaná con el bicampeón del mundo y empezó perdiendo 2 a 0. La victoria llegó
en el último minuto con un gol de Luis Suárez, que ese día cumplía 26 años.
En un amistoso de verano, en la Visera, se habían visto las
caras y los Rojos golearon 5 a 1 en una excelente demostración de fútbol. Poco
pudo hacer el equipo de Pelé ante una máquina roja.
La revancha sería por la semifinal de la copa, con la ida a
jugar en Brasil y la vuelta en Argentina. Independiente llegaba a esta
instancia después de ganar su grupo con Millonarios y Alianza Lima, y Santos
ingresaba directo desde la segunda fase por ser el campeón vigente.
Para esta ocasión Pelé no iba a estar disponible por lesión,
pero el conjunto brasileño seguía siendo temible. El Orgullo Nacional salió a
la cancha con Toriani; Guzmán, Rolan; Ferreiro, Acevedo, Maldonado; Bernao,
Mura, Suárez, M. Rodríguez y Savoy.
Apenas pasada la media hora, Santos ganaba 2 a 0, en un
resultado que no reflejaba lo demostrado por los dos equipos, ya que
Independiente había desperdiciado varias ocasiones y el juez no sancionó un
evidente penal de Modesto a Mario Rodríguez. El Rey de Copas nunca se sintió
herido ni derrotado, y no paró de atacar.
A los 38 minutos tuvo su primer premio, Rodríguez de cabeza
puso el descuento. Siguió yendo al frente y en el último minuto del primer
tiempo, consiguió el empate con un remate cruzado de Bernao. Justicia desde lo
futbolístico y una fortaleza anímica para lo que restaba.
La segunda etapa se convirtió en un partido de ida y vuelta,
pero dentro de todo bien controlado por Independiente. Sobre la hora, Súarez
recibe de Savoy y marca el gol de la hazaña.
Los Rojos ganaban la ida, de visitante, frente al bicampeón
del mundo y tras ir perdiendo 2 a 0, era la primera derrota que el famoso
Santos sufría en el Maracaná enfrentando a equipos extranjeros.
La vuelta en Avellaneda sería otra victoria para
Independiente, 2 a 1 para sellar el pase a la final de la primera Libertadores
que ganaría. Este equipo le puso fin al imperio brasileño, porque empezaba la
era de otro Rey, el Rey de Copas de Avellaneda…
Fuente Orgullo Rojo






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