Por Beto Tisinovich
Está claro que Independiente le regaló el empate a Huracán.
O, mejor expresado, los jugadores que se ponen la gloriosa camiseta roja. Son únicos,
muchachos. Que te iguale un conjunto como el que dirige Eduardo Domínguez, les
tiene que dar vergüenza. Son unos verdes, viejo. No tienen ni la menor idea de
qué casaca se ponen. Un partido que, si bien en el PT fueron un desastre,
tenían ganado luego del gol de Lucero. No había forma alguna que el desinflado
Globo pudiera igualarlo. Pero como ya ocurrió tantas veces en los últimos años,
y así nos fue, nos empecinamos en hacer foules innecesarios cerca de nuestra
área y después el tiro libre lo defendemos como el tuje. La chance de alejar el
peligro (me estoy excediendo con la palabra) estuvo desde la falta de
Albertengo, pasando por el córner que se despeja, con Benítez que se deja
anticipar y hasta que Abila la mete porque Toledo todavía está saliendo y el
arquero jamás atoró. No lo hicimos. Y se llega a eso porque en el área de
enfrente, con un arquero que estaba en una mala noche, se desperdiciaron al
menos cinco ocasiones claras para ponerse 2-0. Estaba clarísimo el trámite,
pero los muchachos se nota que estaban con la mira descalibrada. Porque luego
del desgaste del local, a los nuestros se los notaba enteros en lo físico. Cada
vez que encaraban, se iban tranquilos al campo rival y los de camiseta blanca
estaban liquidados. Pero como ya pasó en el proceso anterior, de la nada
resignamos dos puntos, que son cuatro por los dos perdidos frente a Estudiantes
(1-1). Así la cosa no va, señores. Está más que claro que les pesa la
situación. Y si bien nos faltan cuatro titulares (El Torito, Cebolla, Mancu y
Vera), la mayoría de los que entran a la cancha demuestran una falta de
carácter tremenda. Siento que les falta alma asesina. Cuando el rival está
golpeado no salta esa furia para sacarlo de combate. Entonces, cuando hablan de
objetivos, es mejor tratar de hacer pasos más cortos y pensar en lo que viene.
Porque se nota a la legua que cada vez que nos ilusionamos, a la primera de
cambio, tenemos que meter un rebaje.
Esto no es Ferro...
Fuente Olé
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