El presidente pretende finalizar su mandato, en
diciembre del 2014. Aunque es consciente del malhumor popular.
Por Vicente Muglia
Algunos en la CD le propusieron a Cantero que llame a
elecciones, moción que no tuvo lugar.
La oposición avanza con esa intención.
El crédito de Javier Cantero como presidente de
Independiente parece ir agotándose a medida que crece el descontento popular
por la actual gestión.
El descenso, sobre todo, más los problemas económicos e
institucionales, complican el futuro de una CD fragmentada y que resiste no
sólo los embates externos sino la sangría producida por las incesantes
renuncias de sus integrantes. Y en una conducción tan personalista, la figura
de Cantero emerge nítidamente como la del principal acusado.
En ese contexto hubo ayer dos hechos que dieron la
sensación de que su mandato al frente del club podría finalizar antes de
diciembre del 2014, fecha estipulada para las próximas elecciones. Por un lado,
el presidente recibió en la reunión de Comisión Directiva un fuerte
cuestionamiento de algunos de sus pares (como Armando Fellín, quien renunció a
su cargo en la Subcomisión de Fútbol) e incluso hubo un grupo que le propuso
que convoque a elecciones anticipadas y que Independiente Místico se presente
para revalidar o no su gestión, moción que fue rechazada. Como si eso fuera
poco, casi a la misma hora en que se desarrollaba la caliente reunión en la
sede de Avenida Mitre, también en Avellaneda hubo un cónclave de figuras
opositoras que aseguran tener los 27 votos necesarios para pedir una Asamblea
Extraordinaria y ahí sí votar por las elecciones antes de tiempo.
Ganador de las elecciones realizadas en diciembre del
2011 con el 60% de los votos, Cantero asumió y comenzó a tener un alto perfil
por la inmediata lucha que emprendió contra la barra liderada por Bebote. La
apertura de la inscripción de socios fue bien recibida por el hincha. Y la
llegada de Ernesto Farías, en el primer libro de pases de su gestión, se tomó
como una medida acertada. Sin embargo, mientras enfrentaba a los violentos,
denunciaba penalmente a la gestión de Julio Comparada y hacía malabares para
manejar una deuda inmanejable, el equipo no lograba levantar cabeza y el flaco
promedio comenzaba a preocupar. La política de refuerzos para la temporada
2012/13 profundizó la crisis futbolística, que acabó de la peor forma: con el
descenso a la B por primera vez en su historia.
Sin realizar grandes cambios consumado el descenso de
categoría (las incorporaciones para el actual torneo las llevaron a cabo los
mismos de siempre), con la batalla contra la barra perdida (no sólo no fueron
sacados de la tribuna sino que ahora hay dos facciones) y con una convocatoria
de acreedores que aún se intenta levantar, la gente fue aumentando su bronca y
el malestar ya es inocultable tanto en la cancha como en los foros y redes
sociales. Ese malhumor, captado en la bochornosa Asamblea de socios de junio pasado,
hizo que varios oficialistas se fueran del club y que los opositores
aprovecharan para unirse buscando la salida de Cantero.
En la reunión de anoche se analizó la coyuntura actual.
Dicen que el presidente, quien pretende cumplir su mandato, es uno de los más
conscientes de que el clima puede enrarecerse y comprometer la gobernabilidad
si los resultados futbolísticos no mejoran en lo inmediato. Mientras tanto, los
que van por su cabeza cada vez son más.
¿Tiene salida?
Fuente Olé

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