El DT analiza arrancar su ciclo con un 4-3-2-1.
Por Vicente Muglia
De Felippe hará hoy su primer ensayo de fútbol pero ya
comenzó a tirarles conceptos a sus jugadores: quiere un equipo que presione,
que toque y no tire pelotazos.
Todavía no paró un equipo. La primera formación de Omar De
Felippe, para un ensayo formal de fútbol, recién se cristalizará en la práctica
de hoy en el estadio. Sin embargo, en el entrenamiento de ayer, el flamante
técnico de Independiente comenzó a tirar sus primeros conceptos futbolísticos
para que los jugadores vayan aprendiéndose el libreto.
En los trabajos en
espacios reducidos, el DT aprovechó para mencionar palabras y frases que
pertenecen a su ideología y que espera que se vean pronto en el campo de juego:
presión, toque y, sobre todo, juego por abajo.
El dato de que permaneció casi
diez años a sol y sombra de Julio César Falcioni podría confundir.
Su estilo
difiere del hoy técnico de All Boys.
La premisa de De Felippe pasa por la
generación de juego a través del toque asociado. No el pelotazo al punta para
ir a la segunda jugada, por ejemplo.
Ni el rígido 4-4-2 como plan A a la hora
del dibujo táctico.
Para subir a Primera, Omar quiere hacerlo por abajo...
“Yo creo en el trabajo”. Esa frase, dicha en la primera
conferencia de prensa como entrenador del Rojo, también la repitió cuando habló
con el plantel. A todos les pidió el mayor esfuerzo para lograr el objetivo. En
esa solicitud está incluida, además, una mejora en el nivel futbolístico. Sabe
De Felippe que para que su fórmula obtenga resultados necesita que los players
puedan plasmarla en el campo de juego.
Y lo que se vio en estas cuatro fechas
es a un equipo atado, sintiendo la presión de estar jugando sus primeros
partidos en la B Nacional.
De ahí que ese trabajo del que habla el DT incluya
fundamentalmente la cuestión anímica. “De afuera se los ve presionados”, contó
alguien cercano al entrenador. Por ese motivo, en apenas dos entrenamientos, ya
tuvo charlas individuales con algunos futbolistas.
Hoy, cuando reparta las pecheras entre titulares y
suplentes, se develará el misterio en cuanto a cuál es su formación preferida.
Al menos para arrancar su ciclo este domingo contra Independiente Rivadavia de
Mendoza. Desde el esquema, De Felippe analizaba por estas horas la posibilidad
de jugar con un 4-3-2-1. En el fondo podría haber un cambio de figuritas sobre
el lateral izquierdo: Sergio Ojeda, cuyo puesto natural es el de central, por
un Lucas Villalba que hasta el momento no rindió. La intención, con ese cambio,
sería ganar en altura (Ojeda mide 1,83 metro) ya que la defensa no se
caracteriza por contar con hombres altos: Vallés, Tula y Morel, los otros tres
integrantes de la última línea, no pasan de los 180 centímetros.
En el medio la principal duda es quién será el 5. Si
Razzotti o Alderete.
Zapata y Mancuello serían los laderos. Y la intención de
De Felippe es no recargar de la responsabilidad de la elaboración del juego a
Montenegro.
Por eso juntaría a Rolfi con el pibe Pisano, además de esperar que
Zapata y Mancuello se suelten por los costados.
De Felippe no ve a Montenegro
como enganche clásico. De ahí su intención de rodearlo para armar un circuito
creativo. Pisano, recostado sobre la derecha, para hacer la diagonal, cuenta
con la banca del nuevo DT. Habrá que ver si lo suficiente como para ponerlo ya
de titular en su estreno en el banco.
La fórmula de dos 9 de área que utilizó Brindisi en la B
Nacional (primero fue Penco-Menéndez y luego Parra-Menéndez) sería desarmada
por el nuevo entrenador.
De los tres, el que arrancaría primero en la
consideración del técnico es Penco. Pero nadie tiene garantizada la titularidad
como él ya les avisó.
De Felippe siente que hay material para lograr el ascenso.
Pero buscará hacerlo con un equipo corto, que no dé ventajas en el retroceso y
que sea profundo y agresivo arriba.
Y consciente, además, de que la mejor
manera de subir es por abajo.
Fuente Olé
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