Diego Rodríguez: Por escándalo, la figura de Independiente en el partido. De no ser por él, la goleada hubiese sido inminente. Evitó, fácil, 7 situaciones de goles netas de Atlético Tucumán. Cierto es que podría haber hecho algo más en el gol de Martín Morel, aunque también el volante ingresó al área sólo y con comodidad para patear.
Gabriel Vallés: Incalificable partido del lateral. Lo desbordaron todos, lo pasaron todos, le ganaron todas, perdió todas. No hizo absolutamente ninguna bien. ¿Quién pidió su renovación?
Cristian Tula: Flojo regreso del central. Alternó demasiado buenas y malas, hasta que finalmente terminaron siendo más las malas que las pocas buenas. Dos de las innumerables situaciones que generó Atlético Tucumán, fueron cabezazos limpios en el punto penal. Sobre el final quiso hacer la heroica yendo a jugar de 9.
Claudio Morel Rodríguez: Mismo partido que Cristian Tula, perdiendo en varias abajo y arriba. Entre los centrales jamás le encontraron la vuelta ni a Lenci ni a Rodríguez, que no ampliaron el marcador por el buen nivel de Rodríguez.
Lucas Villalba: Acelerado, a destiempo. Flojo partido del lateral que, nuevamente, sólo duró un tiempo. Al igual que ante Aldosivi, en 45 minutos se hizo amonestar y se retiró sin ninguna molestia.
Martín Zapata: De lo poco rescatable en Independiente, sin sobrarle absolutamente nada. Intentó juntarse con Federico Mancuello, proponer diagonales, buscar a los delanteros con algún centro cruzado.
Reinaldo Alderete: Ingresó debido al bajo nivel de Razzotti y a decir verdad, no se notó la diferencia. En todas las jugadas pareció necesitar del acompañamiento de alguno de los volantes, sea Mancuello o Zapata. Nunca cortó los avances de los mediocampistas tucumanos.
Federico Mancuello: Es uno de los pocos jugadores que entiende que para llegar al arco contrario hay que, primero, dársela a un compañero. En el primer tiempo, como volante por izquierda, desbordó un par de veces y sacó centros sin mucho destino. Se animó, también, a patear al arco. En el complemento, como lateral, llegó al ataque en un par de oportunidades y le acertó el único centro de la noche a Menéndez, que cabeceó afuera.
Daniel Montenegro: Tiene la 10, tiene la cinta y no lo respalda en el campo de juego. A la poca claridad le sumó una pasividad inquietante. Recién en los últimos minutos se acercó al área rival con un remate fortísimo que Luchetti desvió al tiro de esquina. En la segunda, pudo rematar y descontar pero demoró demasiado adentro del área.
Facundo Parra: No hizo absolutamente nada destacable en el partido. Se lo nota fuera de forma, llegó sin realizar la pretemporada, pero sin embargo es titular. Adrián Fernández, por caso, ni siquiera forma parte de las concentraciones.
Cristian Menéndez: Las ganas de siempre, pero esta vez con una impericia alarmante. En el primer tiempo, cuando pudo patear al arco, le sirvió la pelota a Montenegro. En el segundo, tuvo un cabezazo claro y limpio, pero se fue por sobre el travesaño.
Matías Pisano: Es cierto que, en el afán de buscar el arco contrario, falló en varias jugadas, pero aún así no se explica de ninguna manera que siendo el jugador que más peligro lleva a los rivales, sea pateando de media distancia – como en el gol, con complicidad del arquero – o asistiendo a un compañero, no sea titular.
Sebastián Penco: No entró en el partido, apenas tuvo el roce con los defensores. A su favor, no le llegó ni una sola pelota limpia.
Miguel Ángel Brindisi: Armó un equipo con un desbalance alarmante, que a los 11 minutos ya perdía por 1 a 0 y se había salvado de varias situaciones. Ante el gol, modificó el esquema dos veces. Se lo nota perdido y los jugadores, por más que lo respalden con abrazos, parecen no responderle.
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