Por Aldana Valdez
Escrito por Hernán Gustavo Paglieri
Vicepresidente Peña
Roja Daniel Bertoni
San Andrés de Giles
2003 – Fallecimiento de Rubén Marino Navarro, “Hacha Brava”.
Un defensor grandioso de las décadas del 50 y 60, surgido de las divisiones
inferiores debutó en 1954 y jugó hasta 1966, completando 224 partidos con 3
goles y saliendo campeón local en 1960, 1963, y de la Copa Libertadores 1965,
ya que en la de 1964 una lesión le impidió jugarla.
De pierna fuerte como indica su apodo, un gran temperamento
y coraje, que muchísima potencia, cabezazo, y velocidad para los cruces, junto
a Tomás Rolán formó una zaga central memorable del club, de gran sacrificio,
Navarro era de los jugadores que dejaban hasta la última gota de sudor sin
importar de que partido se tratase, incluso cuando sufrió doble fractura de
tibia y peroné se fue sentado en la camilla, sin gesto de dolor y comiendo una
naranja que le tiró la hinchada rival, lo cual reflejó El Gráfico en su tapa.
En toda su estadía en el Rojo mostró siempre un gran cariño por el club, y a
razón de ello es que dejó todo en la cancha.
Fue durante muchos años muy castigado por la prensa por el
famoso partido en que Independiente le ganó 9 a 1 a San Lorenzo para ser
campeón en 1963, ya que en dicho partido Navarro golpeó a Veira que se tuvo que
ir del campo. Se inventó una fractura, se habló de mala intención, etc., pero
lo cierto es que Veira expresó que no hubo nada de mala intención ni tampoco
fractura de nada, simplemente una distención pero al poquito tiempo volvió a
jugar, y con Navarro fue compañero en la Selección, pero aun así siempre fue
difamado y estigmatizado.
A pesar de toda esa difamación periodística, Navarro era
admirado por todos, Menotti dijo sobre él: “Navarro tenía una capacidad enorme
para ir arriba y para cruzar abajo. Con una potencia y velocidad de piernas
notable. Velocidad para llegar a cruzar con un gran sentido del tiempo y la
distancia. Navarro, además era un jugador leal. Sumamente fuerte, terriblemente
duro, pero sin mala intención. No tenía mala intención, aunque los rivales le
tenían miedo. El iba a la pelota”.
Por otra parte, Roberto Perfumo en su libro lo colocó como
uno de los 10 mejores centrales que haya visto en su vida. Y por último, para
que ustedes imaginen el respeto y admiración que Navarro se ganó, hay que saber
que cuando sufrió la grave fractura ya mencionada, el astro brasilero Pelé lo
vino a visitar a su casa, para luego entablar una amistad de años. Se habían
cruzado en cancha en el famoso amistoso de 1964, y luego por Copa Libertadores,
‘Hacha Brava’ viajó con el equipo a Río de Janeiro estando quebrado para
acompañar al plantel, allí se volvió a juntar con Pelé, su firma estaba en el
yeso del jugador del Rojo que según el brasilero fue uno de los pocos que
lograron marcarlo con éxito.
Para 1967, “Hacha Brava” se fue del club para jugar en EE.UU
por dos años hasta su retiro. Este enorme defensor fue miembro de la Selección
Nacional en 32 ocasiones, en los primeros años de la década del 60, y era tal
la personalidad que tenía que fue el capitán en el Mundial 1962. Falleció un
día como hoy cuando tenía 70 años.
Fuente De la Cuna al Infierno
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