Romero contó que se fue de partido luego del segundo gol de
Venezuela y que por eso tuvo otros dos errores que podrían haber costado la
derrota. “Me salvó el palo”, dijo el uno, que no está en discusión. De paso,
elogió a Bauza: “Tiene las cosas claras”.
Por Agustin Iuele.
La llave la tiene guardada en un cofre, en el fondo de uno
de esos cajones que hace rato no abre. Es posible que no se acuerde en cuál de
ellos. Un par de telarañas la cubren y la capa de tierra no deja ver su color.
Está bien escondida y, aunque no sea necesario, hay que ver quién se anima a
meter la mano para sacarla. Hace ocho años, Sergio Romero le puso un candado
gigante, lleno de cadenas y cerrojos, y se hizo dueño del arco de la Selección.
La lesión de Ustari en los Juegos de Beijing 2008 le dieron la oportunidad y,
pese a no contar con un consenso popular, tuvo la espalda suficiente para
soportar las críticas, dejar pasar varios temporales (el 0-4 con Alemania en
Sudáfrica 2010, uno de los inolvidables que dejó heridos) y convertirse en un
indiscutido en su puesto. Tan firme está que logró que un partido muy malo sea
sólo un partido muy malo. Nada de dudas, ni de inseguridad. Aunque es cierto
que en los últimos minutos de la noche de Mérida, se pareció a aquél que caía
en el ojo del huracán luego de cada floja actuación. “En el segundo gol no
quise adivinar la intención de Martínez. No pude hacer pie y me caí. Ahí perdí
la cabeza. Luego salí mal en un centro porque choqué con Vizcarrondo y en la
que di rebote... Habíamos hablado con el CT que, por cómo estaba la cancha, no
había que agacharse para que no me complicara el pique. Si yo me agachaba, la
pelota me pasaba por arriba. Por suerte me salvó el palo. Igual, todavía me
dura la bronca”, contó Romero en Ezeiza, antes de volar rumbo a Manchester.
¿O acaso alguien se anima a cuestionarlo? ¿Qué otro nombre
te garantiza seguridad en un arco inmenso como el de Argentina? Si hasta les da
ventaja a sus competidores, dándose el lujo de no tener continuidad en los
últimos cinco años, paradójicamente los mejores con la celeste y blanca. Y no
sólo es clave su participación dentro del campo. Es, además, un referente en
silencio, el único que le dice “enano” a Messi con total naturalidad y que
siempre da la cara en los momentos complicados. “No tenerlo (a Leo) no es una
excusa. Estamos felices de que el enano esté con nosotros, pero tenemos que
demostrar que se puede jugar sin él”, dijo en Fox Sports.
- ¿Les costó adaptarse a lo que pide Bauza?
- No. El Patón tiene las cosas muy claras. En dos días nos
propuso un planteo diferente al de Martino y nos acomodamos bien. Y cuando nos
quedamos con un jugador menos ante Uruguay, las cosas también salieron como él
quería.
- ¿Qué les faltó para ganar ante Venezuela?
- Queríamos revalidar lo que hicimos con Uruguay. Pero
ellos, en su casa, nos vienen complicando. Ya lo habían hecho la última vez.
Pero lo bueno es que sumamos.
- ¿Es positivo cuatro puntos de seis?
- La idea era ganar todo, pero no se pudo, aunque vale el
empate. Ahora hay que sacar un buen resultado en Perú y después jugar mucho
mejor en Córdoba para sostenernos arriba.
A los 29 años, habiendo pasado un poco menos de un tercio de
su vida con el buzo de la Selección, Chiquito se lamenta porque perdió la
cabeza ante Venezuela y tuvo errores que podrían haber costado caro. Pero, eso
sí, no hay nadie que se anime a discutirlo. Y está bien...
YO DIGO / Nery Pumpido (ex arquero de la Selección):
Por un partido no se lo puede criticar a Romero ni poner en
duda quién tiene que atajar. Contra Venezuela no fue el único que no tuvo un
buen encuentro, no hay jugador que rinda bien siempre. Sergio demostró que es
el arquero de la Selección. Hizo méritos de sobra. Yo siempre lo banqué, antes
del Mundial de Brasil lo hice cuando todos lo criticaban y él demostró que
estaba en lo cierto. Hace muchos años que está en el arco del equipo, son pocos
los que llevan tanto tiempo en la Argentina. Estuvo en varias Eliminatorias y en
dos Copas del Mundo, siempre con regularidad y un buen nivel, respondiendo
siempre de la mejor manera. Desde hace unos cinco años que se viene con la
misma polémica, de si lo puede perjudicar el no atajar mucho en su club. ¿Qué
importa si en su equipo ni juega si cuando lo convocan lo hace bien? Salimos
campeones en dos Mundiales con jugadores que estaban libres. La continuidad no
tiene nada que ver en esto. Romero tiene condiciones de sobra, lo dejó en claro
en varias oportunidades y quedó a la vista de todos. Para mí es el arquero
indiscutido de la Selección y cuenta con todo lo necesario para serlo durante
mucho tiempo más.
Fuente Olé
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