Gabriel Milito se quejó por el mercado de pases y su
declaración no se ajusta a la realidad. El éxito no es sólo del que se queda
con el primer puesto.
Por Leo Farinella
Gaby Milito viene demostrando que puede ser un gran técnico
desde que era el Mariscal de la defensa de Independiente. Más todavía, su carrera
le fue dando oportunidades de conocer y trabajar con excelentes entrenadores, y
de crecer en consecuencia. Hoy hay una gran expectativa por lo que pueda hacer
en el club en el que es ídolo pero ayer tuvo una declaración que no se ajusta a
la realidad. Tal vez estaba caliente o dolido o preocupado y es razonable que
así sea por un mercado que, siente, debilitó a su equipo. Pero el hincha no es
ciego. ¿Quiere ganar? Sí, por supuesto. Pero sabe de fútbol. Sabe que no puede
exigirle lo mismo a este Independiente que al Barcelona o incluso que a Boca o
River. No hace falta ser campeón para ser exitoso y que ese mensaje sea bajado
por un entrenador de la ideología futbolística de Milito es un hecho llamativo.
Milito tendrá éxito si consigue que el Rojo recupere
identidad y muestra una línea de juego
definida. Tal vez no le dé para campeón pero sí para estar en la pelea, en el
cuarto superior de la tabla.
Hace unas horas, el tenis nos dio un ejemplo de que se puede
ganar sin haber ganado. Delpo casi no puede jugar el último punto de su caída
contra Wawrinka, por la enorme emoción que le provocó un público que no paraba
de ovacionarlo. ¡Ganó!
Basta. Es mentira que el segundo es el primero de los
perdedores. Hay que analizar circunstancias. Caruso salvando del descenso a mil
equipos tiene éxito sin vuelta olímpica. Sabella llevándonos a la final de un
Mundial. Coudet haciendo reinar a un Central sin corona. Cappa en su Huracán.
Mil ejemplos. Simplemente hay que mirarse en el espejo de la humildad.
Fuente Olé
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