Marcha atrás.
Independiente pasó de tener un plantel superpoblado a otro
limitado: se fueron 18 jugadores y llegaron cuatro, de los cuales sólo Figal
arrancaría como titular. La escasez de variantes dentro del equipo, principal
preocupación de Milito.
Independiente pasó de tener un plantel superpoblado a otro limitado: se fueron 18 jugadores y llegaron cuatro, de los cuales sólo Figal arrancaría como titular. La escasez de variantes dentro del equipo, principal preocupación de Milito.
Por Isaias Blaiotta
Milito está preocupado, y tiene razones. El mercado de
pases, que comenzó con el objetivo de consolidar un plantel rico en nombres
pero necesitado de retoques, terminó con un panorama totalmente opuesto: en
estos tres meses, Independiente perdió cantidad y calidad.
Independiente pasó de contar con un plantel por demás
numeroso a otro limitado. Y lo que evidencia la mala conformación del primer
equipo del Rojo es la escasez de variantes en sectores puntuales. Por un lado,
el DT puede elegir entre tres centrodelanteros de primer nivel. Por otro,
prende velas y se aferra a estampitas para que varios de sus titulares
(Tagliafico, Campaña y hasta el Torito Rodríguez) ni se resfríen.
En la lista de incorporaciones que el deté diagramó cuando
asumió en el Rojo, había nombres que consideraba indispensables para su esquema
pero, por uno u otro motivo, no terminaron de concretarse: Nahuel Guzmán (luego
corrió Mariano Andújar, que estuvo cerca), Jonathan Schunke, Pablo Pérez e Iván
Marcone, además de un extremo nato. Las negociaciones por las cuales pidió el
entrenador terminaron con un denominador común: caídas. E incluso alternativas,
desde Rubén Botta y Lucas Zelarrayán hasta los Maximiliano Meza y Fornari (sólo
por ordenarlos cronológicamente), tampoco tuvieron final feliz. De los cuatro
que llegaron, sólo Figal comenzará como titular. El resto, a esperar su lugar
en el banco. Ni siquiera Sánchez Miño, por quien insistieron durante más de un
mes, o Damián Martínez, que perdió su lugar con Toledo.
Hoy Milito cuenta con 24 jugadores, de los cuales dos están
recuperándose de lesiones (Leandro Fernández, out todo el semestre, y Fabricio
Bustos, quien padece una lesión en los meniscos de la rodilla izquierda) y deja
en evidencia la falta de recambio que tiene el Rojo para este semestre. Y pese
a que las caras nuevas escasearon, la dirigencia mantuvo firme su postura de
hacer una fuerte depuración: en total se fueron 18 jugadores, aunque sólo Droopy
Gómez y Aguilera lo hicieron en concepto de ventas. El resto se marcharon por
préstamos (ocho) y rescisiones (seis), además de Patricio Vidal que quedó libre
y Rodrigo Barrios, quien fue parte de pago por Martínez. Todo esto, con doble
competencia por delante. Por donde se lo mire, un mercado poco alegre.
Fuente Olé
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