Milito volverá a su casa: el LDA, que está cerca de
terminarse. Tras una dura semana debe ganar.
Por Favio Verona
La noche de hoy estará condimentada por la carga emocional
que siempre implica un regreso a casa. El ciclo de Gabriel Milito ya suma tres
partidos, pero ninguno de ellos se disputó en el Libertadores. Y la expectativa
es enorme. El técnico volverá a pisar el césped que besó en aquella tarde gris
del 17 de junio de 2012, cuando le marcó el punto final a su carrera en un
insípido 0-0 con San Lorenzo. Cuatro años después, el Mariscal regresará a su
hogar, con su gente y se sentará en el banco en el que siempre deseó estar.
Porque ya estuvo allí el 30 de agosto del año pasado y los aplausos fueron
tibios. En esa oportunidad, a muchos hinchas les costó digerir el hecho de
verlo en el banco de Estudiantes.
Se espera una multitud. Anoche apenas quedaban un puñado de
lugares disponibles para la tribuna Sur alta. La venta de plateas también
avanzó a buen ritmo en las últimas horas. La gente se encontrará con un estadio
totalmente renovado. El último partido que se disputó allí fue hace casi cuatro
meses: el 14 de mayo ante Arsenal (2-0). Muchas cosas cambiaron desde ese día.
La cancha se vestirá de gala para una ocasión tan especial: durante el receso
se finalizó la estructura y se pintó la tronera lindante con la tribuna Norte y
la platea Bochini, se terminaron de construir las cabinas de transmisión, se
instaló una pantalla gigante, se remozaron los accesos y el campo de juego luce
impecable. El anhelo de verla finalizada, que se viene postergando desde hace
casi una década, está mucho más cerca de concretarse. De hecho, la dirigencia
prometió terminar las obras en diciembre e instalar el techo el año próximo.
Milito es el motor que impulsa la ilusión para la concreción
del otro sueño que desvela a todos en Independiente: romper la racha de 14 años
sin títulos locales. Su presencia despierta la fe del pueblo rojo a pesar de
que el material es escaso para afrontar el torneo y la Sudamericana, ya que
apenas son 24 los jugadores que integran el plantel y dos están lesionados:
Fernández y Bustos. La expectativa también gira en torno a cuál será la
reacción del público tras jornadas convulsionadas en las que el DT estalló ante
la imposibilidad de contratar a Meza. Sus palabras desterraron la tranquilidad
que habían traído los triunfos ante Lanús (2-0) y Belgrano (1-0). Todos saben
que no es un buen momento para dar un paso en falso. Benítez y Ortiz por
Fernández y Méndez (se fue a Toluca) serán los únicos cambios con respecto a
los que vencieron al Pirara. Sólo un triunfo servirá para enterrar una semana
difícil. La cancha está en orden. La casa todavía no.
Fuente Olé
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