Por Cristian Fernández
Independiente ganaba en el Ducó 1-0 con un gran gol de Juan
Martín Lucero. Sin embargo, por no tener precisión en el área rival dejó con
vida a Huracán. En la última, tras algunos rebotes, apareció Wanchope Abila en
soledad para ajusticiar al Ruso y marcó el 1-1 final. Increíble el resultado
que se le escapó al Rojo.
Ahora a ganar sí o sí el sábado que viene.
Flojo primer tiempo de Independiente por no decir malo. Un
equipo que abusó del pelotazo, que nunca encontró el camino para dañar a su
rival y que su única esperanza fue alguna arremetida de Martín Benítez. Para
colmo, enfrente, Huracán presionó bien, intentó jugar y con un Daniel
Montenegro protagonista pudo haberse ido arriba del marcador.
El Globo chocó tres veces con Diego Rodríguez y no pudo
romper el cero. En el Rojo, vale contabilizar alguna jugada aislada. Lo cierto
es que todas terminaron con un remate de Benítez desviado. Díaz, el arquero de
Huracán no tuvo trabajo.
En definitiva, poco se vio en la etapa inicial del partido.
Ambos conjuntos estuvieron atentos a la presión y a la fricción. Así, el
partido por momentos se hizo aburrido y se jugó lejos de las áreas.
Ya en el complemento todo cambió. Pellegrino mandó, desde el
arranque, a Julián Vitale por Jesús Méndez. Así, se soltaron Benítez y los
laterales, ya que para la contención quedaron Ortiz y el propio juvenil. Ahí,
comenzó a mejorar Independiente. El Misio se hizo cargo del ataque y de sus
pies nacieron las mejores llegadas del Rojo.
Es más, a los dos minutos y medio Benítez agarró la pelota
cerca de la mitad de la cancha y vio la gran diagonal que estaba haciendo
Lucero. Le metió un pase justo y la definición del Gato fue exquisita ante la
salida del arquero de Huracán. Independiente se ponía 1-0 en el comienzo del
complemento y con el paso del tiempo fundamentó su victoria parcial.
Así fue que las acciones mostraban al equipo de Pellegrino
encaminarse directo al triunfo. No obstante, perdonó tanto que dejó con vida a
Huracán. El Rojo desperdició jugadas claras debajo del arco que defendía Díaz y
así fue que el Globo encontró algo por lo que no hizo nada en el segundo
tiempo.
Falta en el lateral derecho del ataque de Huracán. Centro al
área y un rechazo que termina en el tiro de esquina. De esa situación de juego,
otra vez la pelota voló por el área del Ruso y entre los rebotes, Toledo que
quedó enganchado y esas cosas que sólo se explican en este deporte, el Globo,
por medio de Abila, llegó al empate a los 45 minutos.
Nada había hecho en el complemento el equipo de Domínguez
por empatar. Bastante había hecho el Rojo para ganarlo en el segundo tiempo y
también hizo de todo para darle vida a su rival. Para colmo, en los tres
minutos de descuento tuvo dos chances el Rojo para ganarlo, pero chocó otra vez
frente a su propia ineficacia e imprecisión.
Así se tuvo que conformar con un empate que golpea. El
equipo sigue sin poder ganar. Empató con Arsenal, con Estudiantes y con
Huracán. Todos 1-1 y si bien el rendimiento parece ir en crecimiento, todavía
falta. No obstante, claro está, el sábado se viene el clásico de Avellaneda y
será el mejor escenario para volver a ganar, por la gente, por el objetivo, por
los jugadores y para seguir demostrando quien manda en el barrio.
Fuente Infierno Rojo

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