El zaguero de Independiente confía en la fuerza propia para
el desafío; su hermano vistió las dos camisetas
Por Andrés Vázquez
Hernán Pellerano en la antesala del clásico de
Avellaneda. Foto: Patricio Pidal/AFV
Derrocha coraje y fortaleza, como siempre. Se muestra seguro
y tranquilo, como nunca. Confiado como en sus mejores años, se siente
respaldado por su nueva hinchada, esa que empieza a reconocerle el sacrificio y
la firmeza en la marca. Hernán Pellerano es un fiel exponente de los zagueros
que detrás de su físico de hierro tienen recursos elegantes para provocar
aplausos.
"¿Un caudillo yo? No, esos no existen más", comenta con
total sinceridad Fofi -como lo apodan sus amigos- apenas arranca la charla con
LA NACION, en el predio de Villa Dominico.
Sólido, áspero, elegante y con voz de mando, Pellerano es
una de las claves para que Independiente acumule diez fechas sin perder en el
torneo local (seis victorias y cuatro empates). Sin embargo, y paradójicamente,
lleva cinco partidos sin victorias, incluidas las copas Argentina y la
Sudamericana. Así, antes del clásico de Avellaneda, asegura: "Tenemos que
mejorar mucho. Las fallas que tuvimos ante Estudiantes y Huracán (ambos 1-1),
no las podemos tener ante Racing", pronostica el ex Vélez, Almería
(España), Tijuana (México) y Newells.
-¿En qué no pueden fallar?
-Debemos ser más intensos y no desconcentrarnos en los
momentos favorables. Estas cosas llevan a que el rival tenga una o dos chances
y nos empaten. Tenemos que aprender a cerrar los partidos.
El defensor dice que el equipo no puede cometer las fallas
de partidos anteriores. Foto: Patricio
Pidal/AFV
-Parecería que Racing llega mejor anímicamente, ¿lo sienten
así?
-Los clásicos son atípicos, se juegan con el alma, no
importa cómo llegue Racing. Lo importante es que nosotros estemos concentrados
y hagamos las cosas bien. Si hacemos lo que tenemos que hacer, si nos
levantamos bien, sin duda vamos a ganar.
-¿Cuán determinante es el resultado?
-Si queremos seguir dando pelea por el campeonato y
clasificarnos a las copas, no tenemos margen de error. Ayudaría a descomprimir
un poco clima tenso que generan los cinco partidos sin triunfos y nos daría más
impulso de cara al futuro. Jugar con esta camiseta implica la obligación de
ganar o, al menos, de ser protagonistas siempre. Necesitamos el triunfo.
-¿Influye que sean locales?
-Jugar con nuestra gente siempre es un plus, pero no
cambiará nada de lo que podamos hacer. Si las cosas no salen, ese clima se
puede volver adverso.
-En las estadísticas Independiente domina a Racing, ¿eso
cuenta?
-Yo le resto importancia a la diferencia de partidos ganados
(22). Cada partido es un capítulo aparte. En Independiente siempre hay que
ganar y jugar bien.
-Te va a tocar marcar a dos delanteros de jerarquía como Bou
y Milito.
-Diego es un gran delantero y con Bou se entiende muy bien,
pero si nosotros hacemos las cosas bien, no tenemos que mirar a los rivales.
Los que conocen a Pellerano saben lo que significa para él
jugar por primera vez el clásico de Avellaneda. Ya lo hizo su hermano,
Cristian, que vistió las dos camisetas: la de Racing (2007) y la de
Independiente (2010/12). "La familia es de Independiente, mis hermanos son
fanáticos y te hacen sentir que es especial. Estando afuera siempre soñé con
jugarlo. Es imposible abstraerse de las pasiones", confiesa el defensor,
de gran parecido físico con el basquetbolista Manu Ginóbili. "Ese es crack
de verdad, ja", dice.
Fuente Cancha Llena


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