Desde la presidencia de Independiente, admite que la
política se mete en el fútbol; cómo ordenó el club en tan pocos meses
Por Francisco Schiavo
Foto: LA NACION / Aníbal Greco
La charla no fue la misma a partir de que Hugo Moyano soltó
la carcajada. El tipo duro se relajó.
Hubo un antes y un después con la
pregunta: "¿Qué se siente que lo imiten en todas las radios y en todos los
canales de TV?"
"¡Jaaaaa! Es un cago de risa. Pero, esperá un cachito
y vas a ver". El líder de la CGT opositora se levantó como un rayo y le
pidió su teléfono celular a su secretaria, Fernanda, que lo guardaba para que
no sonara en medio de la entrevista. En un BlackBerry no demasiado moderno
buscó el número de un contacto con la ilusión de que nadie más que el
contestador atendiera. Y tuvo suerte. Del otro lado parecía su voz.
"¿Perooo quién te crees que sos? Esta llamada está siendo bloqueada. No
voy a atenderte hasta que arreglemos el aumento salarial." Ese, más o
menos, era el speech. Claro que no se trataba de Hugo. Era uno de sus nietos,
Matías, de 18 años, que ablandó los gestos de su abuelo.
En el segundo piso del sindicato de Camioneros, en la
avenida Caseros al 900, Moyano no se rindió: discó otra vez, habló en vivo con
Matías y le sacó un par de personajes más. "Dígame, Riquelme, ¿va a seguir
en Argentinos?", preguntó. En ese instante, cualquiera hubiera dicho que
respondía el mismísimo Román. "En Argentinos, Riquelme está felí. Ya dije
que la camiseta de Boca no me la pongo más. Pueden quedarse tranquilos".
Hasta que el sketch cambió de figura. "Charly, ¿cuándo es el próximo
show?", se aventuró Hugo. "Ehhhh, dentro de poco. Pero vos a la
fiesta de Independiente llevaste al Oso Arturo y no a mí", se quejó el
falso García. "No se preocupe, Charly, en la próxima lo invito a
usted."
"Mi nieto me saca igual. El día que hablé en Huracán,
cuando renuncié al partido, también me imitaba. «Y me voy del PJ porque es una
cáscara vacía.», decía yo en el discurso. Justo me agarró tos. Y hasta la tos
le salía igualita. Me río cuando me imitan. Siempre me hacen hablar por una
radio y me ponen al otro yo. Le digo, che, Huguito, ¿cómo te tratan? Mirá que
si no te mando a los muchachos..." Sí, Hugo Moyano, un orgulloso padre y
abuelo, se soltó.
-¿Por qué de Independiente?
-Por mi viejo. Él era fana del Rojo. También mi vieja y mis
hermanos. Vivíamos en un conventillo en Mar del Plata. Y justo en la casa de
adelante había un hincha de Racing. Cuando jugaba el Rojo, mi viejo ponía una
radio chiquita a todo volumen. Pero, a veces, también se la devolvían.
-¿Usted jugaba al fútbol?
-Sí, en Unión, de Mar del Plata. A quién no se le cruzó
alguna vez la idea de ser futbolista. También jugué en Pompeya. Era N° 8 o 5.
Tenía bastante dominio de pelota. No sé si hubiera llegado a primera. Creo que
no me daba el cuero para vestir la roja. En 1965 empecé a ir a la cancha.
-¿Arriesgó mucho al haberse metido en el fútbol?
-¿En qué sentido?
-Por la trayectoria, por los temas políticos...
-Yo sé cómo soy y confío en mi forma de actuar. Sabía que
podíamos ordenar a Independiente. Miraba desde afuera y no podía creer lo que pasaba.
Más allá de la capacidad del que asume, hay que tener un respaldo fuerte. Si
no, es difícil porque hay un montón de cosas que se mezclan. Hay que tener
espalda porque si no se lo llevan por delante. Después, políticamente, todo se
mezcla. Tenía compañeros, muy buena gente y solvente económicamente, que fueron
presionados para que no estuvieran con nosotros. Desgraciadamente, la política
se mete mucho en el fútbol.
-¿Es parecido manejar un sindicato y un club?
-El gremio es más ordenado. Hay una diferencia: los
dirigentes no estamos todo el día dedicados al club porque cada uno tiene otra
responsabilidad. A mí me pasa eso. Hay clubes que nombraron un gerente. Es algo
que también vamos a hacer.
-¿Cómo es, por un lado, defender a los trabajadores y, por
otro, ser una especie de "patrón"?
-De responsable. El papel es el mismo: ordenar y que cada
uno cumpla su responsabilidad. En Independiente, antes de las elecciones, se
proponían cosas importantísimas. Yo les decía que se precisaba plata. Había que
conseguir los recursos para salir de esta situación. Si no podíamos pagar los
sueldos, ¿cómo íbamos a desarrollar las ideas?
-¿Y cómo consiguió tanta plata en tan poco tiempo?
-Con recursos. Teníamos sponsors que, en muchos casos,
habían ampliado el período tres días antes de la elección. Eso fue una conducta
errónea de la comisión directiva anterior, por no decir de mala fe. Era
inaceptable. Por eso se fueron y trajimos otros auspiciantes que pusieron el
dinero que Independiente merecía. Otros se aprovecharon de la debilidad del
momento y de la necesidad.
-¿Cambió mucho los hábitos?
-Y. duermo un poco menos, je. Hay mucho que hacer y, a
veces, se me mezclan las cosas. Estoy en un tema gremial y me sale lo del
fútbol.
-¿A los socios los sigue llamando compañeros?
-Sí. Todavía se me escapa. También les digo afiliados. Y a
las peñas les digo agrupaciones. En algunos casos habría que darle al fútbol la
esencia del sindicato. Sobre todo para ordenarlo mucho más, para que fuera más
disciplinado.
Hugo, el de tono firme, se suelta cuando habla de la
familia.
Es otro. De Gerónimo, su hijo menor, el que le cuenta todos los
partidos de fútbol que ve: los de acá y los de afuera. También cuando subraya
la tarea de otro de sus hijos, Pablo, al frente del club Deportivo Camioneros y
las gambetas de Nico, otro de sus nietos, en las categorías menores. No se
olvida de nadie de su descendencia. Dice que ya no le gusta viajar mucho y que
en las vacaciones, a lo sumo, se va a Mar del Plata. Le gusta acostarse
temprano y ya le cuestan las cenas de trabajo porque sigue la recomendación de
su mujer y sólo come "una manzana" por la noche.
-¿Se veía presidente de un club?
-No. Nunca tuve la vocación de ir a pelear a ese lugar. Todo
surgió por la necesidad del club. Porque la pasión supera la razón. No quería
porque no tenía tiempo. Hasta que firmé la planilla... cuando quedaban 20
minutos para el cierre de las listas.
-¿Lo sorprendió algo como dirigente de fútbol?
-Algunas cosas, como la cantidad de cheques que se largan
sin fondos. Jamás se me hubiera ocurrido. Nunca lo hicimos en la organización
gremial. Prefiero decir: «Vení dentro de tantos días que va a estar la plata».
Acá hubo cantidad de cheques sin fondos. Y todavía algunos rebotaron hasta hace
unos días. Hay jugadores que se fueron hace 15 años y quieren cobrar.
-¿Va a hacer una investigación?
-Sí, ya está en marcha una auditoría muy profunda. Vamos a
pagar lo que corresponda. No cualquier cosa. Y vamos a poner a la AFIP de por
medio. Si la AFIP nos autoriza, vamos a pagar. Si no, no.
-¿Le va a alcanzar un mandato para hacer todo lo que quiere?
-Creo que sí. Ya ordenamos bastante. Pagamos los sueldos en
tiempo y forma, algo que hacía mucho que no pasaba. Hicimos estudios técnicos
para la finalización del estadio. Seguramente, en enero empezarán las obras que
durarán un año. Independiente estaba degradado. Cuando un club no funciona cada
uno hace lo que quiere o lo que le conviene.
-Dijo que en tres años se veía con una copa internacional.
¿Cómo hará?
-Vamos a seguir con toda la firmeza que hemos instrumentado.
El equipo viene realizando un papel muy importante. Estamos en una etapa de
reconstrucción y de formación en todos los órdenes. Eso nos va a dar el
resultado deseado.
-Tendrá que traer refuerzos...
-Seguramente. Después de este campeonato se hará una
evaluación y se sacarán las conclusiones. Los refuerzos serán en la medida que
se den las condiciones. No vamos a hacer nada perjudicial. Acá hubo contratos
escandalosos.
-¿Federico Insúa?
-Era imposible de pagar. Nadie con unos gramos de sentido
común lo hubiera firmado.
-¿Se frenó el déficit?
-Se está frenando. Un caso: Independiente tiene uno de los
colegios más importantes de la zona y estaba muy venido a menos. Había cinco PC
para no sé cuántos chicos. Ya tengo el compromiso de que nos van a proveer de
30 computadoras. A los dos meses de haber asumido, la escuela empezó a dar
superávit habiendo dado déficit muchos años. ¿Por qué? Porque lo ordenamos.
-Parece todo muy fácil. ¿Por qué no se pudo hacer antes?
-A lo mejor no había la suficiente autoridad ni la decisión
de hacerlo. Nosotros, cuando tomamos una determinación, es porque estamos
convencidos. Y se hace sí o sí.
-¿Se está ganando al hincha?
-No es fácil, pero en muchos casos sí. El socio es
consciente de lo que vivió el club, de la degradación que pasó. Si no se da
cuenta de todo lo que avanzamos, evidentemente, no hace una buena evaluación.
Había deudas internacionales, el embargo de las copas. Nuestro trabajo se va a
ver con el tiempo. Vamos a levantar la convocatoria de acreedores.
-¿Cuándo?
-A fin de año.
-¿Y entrará en otra?
-Vamos a evaluarlo. Veremos según los resultados de la
auditoria . A partir de ahora Independiente recuperó la seriedad. Si alguien
viene a cobrar una deuda, y corresponde, vamos a pagarla. Si nos comprometemos,
vamos a cumplir. Si no estamos seguros de poder cumplir, no vamos a
comprometernos. Algunos quieren cobrar una locura y les digo que sigan
acumulando intereses. O quieren cobrar algo razonable o quieren acumular
intereses sin cobrar. Que elijan. Vamos a pagar lo que corresponda. Ni un
centavo más.
-Está usted, Cristian Ritondo (legislador de Pro), Carlos
Montaña (funcionario del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación). ¿Cómo
convive una comisión directiva con ideologías tan distintas?
-Bien. Todos los hombres de la comisión hacen una tarea importante.
Cada uno contribuye para que Independiente mejore.
-¿Se pelean mucho?
-Hasta ahora, no. Cuando alguien dice algo de más tratamos
de controlarlo. En todo grupo hay discusiones. Así se llega a la conclusión
final.
No falta el tema fútbol y Moyano cruza los dedos en una
definición apasionante en busca del título.
-¿Le gusta cómo juega el equipo?
-Hasta el partido con Lanús le había faltado un poquito.
Pero estamos camino hacia el Independiente que todos queremos. Tampoco se puede
hacer todo de golpe porque venimos de una categoría inferior. En el próximo
campeonato tenemos que ser mucho más competitivos.
-¿Habla mucho con Almirón?
-No mucho. Es un tipo muy serio, responsable y humilde. Esas
son las características que hacen importantes a los hombres. Lo llamo antes de
los partidos. Pero no más.
-¿Se enoja mucho en la cancha?
-Y, me da bronca cuando las cosas no salen. Me enojo
conmigo, ¿con quién me voy a enojar? Hay cosas que, como hincha, le exigiría
más al equipo, pero bueno. Soy pasional. Voy con mi mujer, con mi hijo. Mucho
no puedo putear porque me llaman la atención. Ahora, mis hijos, mis nietos.
ellos putean todos. Ellos son mis "barrabravas".
-Si Independiente no saliera campeón, ¿quién le gustaría que
lo fuera?
-¿O quién no me gustaría, je...? El que más mérito haya
hecho y al que más lo haya acompañado la suerte. Podría decir que, para ver
contentos a Facundo y a Huguito, que son mis otros hijos, por ahí River. Pero
quiero estar contento Yo.
Fuente Cancha Llena
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