“No estoy enojado,
cuando yo era joven también me pasaba lo mismo”, dijo el DT.
Por Favio Verona
Almirón consideró que su equipo pagó el precio de tener
varios pibes. “Algunos tienen muchos seguidores en Twitter y creen ser grandes
jugadores”, aseguró.
"Los pibes ganan partidos, los hombres campeonatos”. La
frase que Antonio Rattín patentó en el ocaso de la década del 50 y que
trascendió las fronteras de la Argentina encontrando adhesiones en todo el
mundo del fútbol, aún tiene vigencia.
El tiempo y la reiteración sistemática del concepto, no
mancillaron el valor de una idea que va más allá de las épocas, los modismos y
los intérpretes de turno. Hoy, casi 60 años después, Jorge Almirón suscribe a
esa vieja máxima futbolera que sostiene que, salvo en casos excepcionales, la
juventud no es compatible con los objetivos más inaccesibles. Lo venía advirtiendo
en los últimos partidos y lo certificó el domingo tras el 1-3 ante Boca, una
caída que dejó secuelas.
“Algunos chicos quizás no se dieron cuenta de todas la
oportunidades que hemos dejado pasar, no notamos que esas posibilidades hay que
aprovecharlas porque no siempre se vuelven a presentar. Igual no estoy enojado
con nadie porque cuando yo era joven también me pasaba lo mismo. Después, de
grande, me empecé a dar cuenta de que esas chances no hay que dejarlas
escapar”, reconoció el técnico en diálogo con TyC Sports.
El mensaje tenía un destinatario fijo: la franja del plantel
que no supera los 25 años. “Los jóvenes muchas veces se confunden y se creen
que son futbolistas consagrados. Algunos tienen muchos seguidores en Twitter y
por eso creen ser grandes jugadores”, amplió.
Los partidos a los que Almirón hizo alusión fueron el empate
con Defensa (1-1), la caída ante Gimnasia (0-1), el empate con Arsenal (1-1) y
la derrota contra Boca, cuando el Rojo salió a la cancha con seis jugadores que
no superaban los 50 partidos en Primera. El técnico notó que en los encuentros
que podían meter a su equipo de lleno en la lucha por el título, a los
jugadores de menor trayectoria los abrumó la responsabilidad. Que no
encontraron respuestas anímicas para combatir la presión y sobrellevar la
situación. Y que incidió el hecho de la mayoría de los integrantes del plantel
no cuentan con la experiencia previa de haber peleado un campeonato. “Todavía
no somos un equipo maduro porque hay muchos jóvenes. Siempre dije que estábamos
en una etapa de crecimiento, pero nos da bronca porque estuvimos muy cerca...”,
se lamentó el capitán del Rojo, Federico Mancuello. Y sentenció: “No estuvimos
a la altura”.
Fuente Olé
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