Por Rodrigo Tamagni
Así de simple. No hay forma de aspirar a llevarse un título
si el equipo entra siempre dormido o regala, al menos, un tiempo. La siesta de
la primera etapa sepultó casi por completo las ilusiones. Parece que nos
despedimos. ¿Hay que preocuparse por los vecinos?
Olimpo, Racing, Quilmes, River, Godoy Cruz, Defensa y
Justicia, Gimnasia de La Plata y Arsenal. Ocho partidos en los que
Independiente entró al campo de juego vestido de Bersuit Vergarabat: pijama,
bonete y pantuflas. Sí, más dormido que un sereno. Y lo pagó caro: sin vigilar
al rival, lo golpearon de manera sigilosa y le costó recuperar lo que le habían
hurtado. De todos esos partidos mencionados, sólo pudo darlo vuelta contra
Olimpo, Quilmes (ambos colistas del torneo) y Racing (los tres puntos
asegurados de siempre).
Inentendible e inaceptable que juego tras juego entremos
escuchando música y mirando el paisaje, como si estuviéramos en un colectivo
rumbo a la costa para comenzar las vacaciones. En el conteo final, dejamos ir
doce puntos por ese trajín. ¿Aceptamos la derrota ante River y hacemos como que
el gol a los 3 minutos no influyó en el resultado final? Bien, entonces fueron
9 los que dejamos, objetivamente, en el camino por no comprender que los
partidos duran 90 minutos. No queremos que se le piante un lagrimón con este
análisis, pero hoy estamos a cinco de la punta.
"Para ser el primer torneo en la A, el equipo hizo
bastante". ¿Lo dijo el técnico de Defensa y Justicia? ¿Quizás el
entrenador de un equipo español de tercer orden? No, lo aseguró Almirón la
fecha pasada cuando el equipo se cayó a pedazos contra Gimnasia, un team que no
ganaba hace cuatro fechas.
Hoy, sus jugadores pisaron el campo de juego en el que
debían hacer temblar a River con una parsimonia exasperante. No hicieron
temblar ni a la familia de teros que vive en la Reserva Ecológica de Sarandí.
Recién ascendimos. ¿Y? ¿Acaso eso impide que uno de las
instituciones más importantes del país se coloque en el lugar que debe estar?
El paso por la B fue una circunstancia, no podemos aceptarlo como una realidad.
Un mensaje, fuerte mensaje por cierto, para entender que no debemos volver
nunca más a eso. Y para que eso no ocurra debemos ser exigentes. Que sea el
hincha el que aplauda al equipo por la actitud de juego a pesar de la derrota y
no el técnico quien intente bajar ese mensaje. De la cabeza del grupo pedimos
que ponga la vara siempre bien alta.
Se puede jugar bien, mal o regular. La idea que propuso,
comúnmente, fue acorde a las expectativas del "Rojo". Pero la actitud
y la concentración también forman parte del combo para estar en la pelea. Tras
lo visto en el campo de juego y lo declarado por el DT en caliente luego del
juego pasado, queda la sensación de que jamás se planteó en ese vestuario la
idea de pelear por el título realmente. Hoy, casi que nos despedimos.
¿Preocupados por las chances de los vecinos? Tranquilos, se
viene una nueva edición del 'casi campeonato'
Fuente Play Fútbol
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