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jueves, 13 de noviembre de 2014

Opinión - Un cuento de rrrojo - La gota de miel y la grieta




Ilustró rrrojo


No nos vimos nunca pero sabemos en qué vereda estamos.


Todos junto al Rojo.
Pero políticamente…


En que vereda estamos porque pusimos un “Me gusta” a algo subido a la web o hicimos un comentario crítico.


Y no se trata ya, solamente, de un comentario sobre si el Rolfi es un pecho frio o no.


Se trata de atacar o defender IDEAS POLITICAS.


Se trata de atacar o defender a un gobierno que cuando aumenta el precio de la leche, no te pregunta por quién votaste.


Le aumenta al que lo votó y fervientemente sigue apoyándolo.


Le aumenta al que lo votó y está arrepentido.


Le aumenta al que sabía porque no había que votarlo.


La comida, el costo de vida, los bienes perdurables y la puta que los parió nos aumentan a todos.


Por eso es importante irse preparando para el cambio de gobierno que viene.


Si te benefició sin merecimiento, pensá que podés perder algo. O todo.


Si te perjudicó injustamente, pensá en una reconsideración.


Pero que no pase lo que Hovannes Toumanian escribió, y Yo leí alguna noche de insomnio y hoy publico, desvelado para que me dés tu mano, nos abracemos a la distancia, porque tal vez convenga que Vos y Yo, que estábamos en veredas opuestas no crucemos la calle.


Porque nos cruzaríamos. Sin encontrarnos.


Intentemos que sea así, como nos conocimos.

En veredas enfrentadas.


Un simple gesto servirá para reconocernos como "No enemigos".


Total la calle nos conduce a ambos, dependiendo del rumbo elegido a los mismos lugares de desencuentro.


Es necesario que Vos, o tal vez Yo, nos pongamos a pensar, a analizar cómo nos rompieron el culo los que se enriquecieron a nuestra costa, cagándosé en tus Abuelos, Padres, y en Vos y tus Hijos.

Mientras mirábamos a la vereda de enfrente como enemiga.
Mientras de arriba nos miraban a Vos y a Mi cagándose de risa.


Va lo que te prometí




POR UNA GOTA DE MIEL...



¨No lejos del monte Ararat, en una aldea, habitaba un hombre pobre. Vendía pan, algunas frutas y miel en un pequeño estanquillo, y sólo le acompañaba un gato negro, siempre dormido.



Un día, un pastor, con un gran bastón y seguido de un perro grande, entró en la tienda.



- Quiero un poco de miel - dijo el pastor.



El tendero sumergió un cucharón en el barril de miel y, cuando lo vertía en la vasija del cliente, una gota cayó al suelo. Una mosca se lanzó en seguida sobre la gota ; al instante, el gato del tendero brincó y aplastó la mosca con su garra, y, en seguida, el perro del pastor saltó sobre el gato.



Ladridos rabiosos, maullidos, gritos, zarpazos y mordiscos se mezclaron en la tienda, dejando como resultado al fin de la riña, al gato sin vida a los pies de su dueño.



Enfurecido el tendero, tomó una herramienta y golpeó al perro que, instantes después, yacía también herido de muerte.



Entonces, el pastor, desesperado por haber perdido a su perro, saltó sobre el tendero, lo aporreó con su bastón y lo dejó también muerto.



De un extremo al otro del poblado, corrió la noticia de la muerte del tendero y todos los hombres corrieron para vengar la muerte de su estimado vecino. Golpearon al pastor y también lo mataron.



La alerta fue dada en el poblado cercano, de donde era el pastor, y rápidamente los hombres, armados de piedras, palas y picos, llegaron para vengar la muerte de su querido pastor.



¡Se hizo la guerra !



Y prosiguió durante muchos años, por una gota de miel.



¡Sólo una gota. Muy pronto, de los dos poblados, sólo quedó desolación y muerte. Y los aldeanos sobrevivientes todavía hoy se preguntan cómo pudo haber comenzado todo esto¨.




Este cuento es del poeta armenio Hovannes Toumanian, y te lo menciono para que veas la importancia de la grieta.

Ojalá sirva para que Ambos pensemos.

Ojalá sirva para que los hijos de puta paguen lo que NOS deben.

A Vos y a Mí.



Gracias por leerme.





Fuente Ernesto Assale para este blog.



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