Martín Zapata
Zapata dice que apenas llegó al club sabía que el trayecto
por la BN iba a ser difícil.
“Siempre nos preguntamos por qué no reaccionamos
antes”, contó.
Será uno de esos acontecimientos que marcan un quiebre, será
el comienzo de la resurrección o el primer paso hacia el suplicio, será el
ascenso o el infierno.
Será así: sin escalas ni anestesia. Y Martín Zapata lo
sabe a pesar de que su tono de voz pausado no delata nerviosismo.
“A partir de
ahora todo puede ser muy bueno o muy malo”, le dice a Olé .
-¿Cómo hacés para dominar la ansiedad?
-Por suerte nunca tuve problemas con eso, soy un tipo muy
tranquilo. Algunos jugadores precisan que se los respalde, que se los aliente,
que se les esté encima para que puedan dar el máximo.
-¿Se sacaron una mochila de encima al recuperar el tercer
puesto?
-Todavía no. Si bien estamos mejor parados, la mochila sigue
ahí.
-¿Lo tomás como el partido más importante de tu carrera?
-Para mí el más importante siempre es el próximo. Pero es
cierto que este no va a ser uno más. Puede ser el más trascendente de mi
carrera por la repercusión que va a tener. Tenemos que dar más porque estos
encuentros requieren un plus.
-¿Hace dos semanas estaban desahuciados?
-Sí. Los resultados no se daban por una cuestión anímica.
Estábamos bloqueados y nos costaba hacer lo que planificábamos. Pero nos dimos
cuenta de que era ahora o nunca y reaccionamos justo a tiempo.
-¿Qué cambió?
-La mentalidad. En el peor momento salió a la luz el
temperamento y la personalidad de cada uno. Quizás no se jugó lindo, pero el
equipo tuvo un nivel de concentración y compromiso muy alto.
-¿Se les hizo más difícil de lo que pensaban?
-Los que pensaron que ascender iba a ser un trámite se
equivocaron. Yo soñaba con que el camino fuese un poco más tranquilo, pero
tengo mucha experiencia en la categoría y a mí siempre me tocó sufrir. Y encima
en Independiente cada error es terrible. Ahora que estamos cerca nos
preguntamos por qué no reaccionamos antes.
-¿Creés que la presión afectó a algunos de tus compañeros?
-La presión está en todos lados, pero acá es muy alta. A
veces se confunden las cosas y quizás algunos creyeron que por llevar esta
camiseta estábamos obligados a subir con holgura. Eso te juega en contra.
-¿La crisis institucional repercutió en ustedes?
-Siempre tratamos de no darle bola al contexto, pero se hace
difícil. Yo no pido que todo sea perfecto, pero sería bueno que el club
estuviera medianamente ordenado.
-¿El domingo ven con buenos ojos el punto?
-No, hay que salir a ganar porque este equipo no está
preparado para especular. No lo hicimos nunca y sería un error hacerlo ahora.
Ellos también van a salir a ganar, así que imagino un partido abierto, con
muchas llegadas.
-¿El 4-2-3-1 requiere mucho despliegue?
-A los volantes de contención nos demanda correr mucho para
recuperarla, pero creo que es bueno sacrificarse más en pos de sacarle rédito
al potencial que tenemos arriba.
Fuente Olé
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