"La situación es compleja, pero yo confío a muerte en
mis compañeros", agrega. (www.clubaindependiente.com)
Por Favio Verona
Franco Bellocq, el pibe que reemplazó a Vidal, dice que el
equipo logró contagiar al hincha y eso se percibe en la cancha.
Franquito es todo un profesional a los 20 años, por eso
confié en él en un momento tan complicado. Pero no me gusta cuando se quiere
hacer el Marangoni”. Omar De Felippe acude a la vieja táctica de emplear el
elogio que antecede al tirón de orejas. Franquito es Bellocq, el volante
central al que el técnico debió recurrir de urgencia para suplir la ausencia de
Marcelo Vidal.
“Implica una responsabilidad muy grande jugar en este
momento tan difícil del club. Siento que no puedo dejar pasar la posibilidad.
Tengo que empezar a devolverle a Independiente todo lo que me dio”, dice
convencido el cordobés que el sábado jugó su mejor partido desde que debutó en
el Rojo. “Creo que después de Douglas Haig cambiamos la mentalidad. Nos dimos
cuenta de que podíamos. El envión de dar vuelta un partido de visitante fue muy
grande. Se nota que la gente volvió a creer en nosotros, logramos contagiarla
desde adentro hacia afuera y eso se percibió en la cancha. Ahora hay que salir
a ganarle a Instituto en Córdoba, asumir el protagonismo”, sostiene Bellocq.
Los recuerdos de sus comienzos en el Rojo confluyen con el
presente. Hace más de cinco años, cuando dejó General Lavalle (Córdoba)
persiguiendo el sueño de jugar al fútbol, le prometió a su mamá, Patricia, que
terminaría sus estudios. El pacto no tuvo muchas contemplaciones: “O estudiás,
o armás las valijas y volvés a Córdoba”. Y vaya que cumplió. No sólo terminó la
secundaria en el Nacional de Barracas sino que hoy cursa comunicación social en
la universidad. “Se me complica un poco, pero me gusta mucho. El estudio me
puede llegar a ayudar en un futuro. Le doy mucha importancia a la carrera”,
explica el volante. En la pensión del Rojo, Bellocq se forjó mirando los videos
de su referente en el puesto: Rodrigo Braña. Allí, el aburrimiento se combatía
con el estudio y los interminables torneos de PlayStation con sus compañeros,
entre ellos Leonel Buter, Federico Real y Facundo Onraita, quienes ahora
integran el selectivo de Milito.
Hoy la realidad desnuda un club erosionado por las pésimas
administraciones de Julio Comparada y Javier Cantero. “Pasé por muchas etapas
en Independiente y desde que estoy nunca me imaginé que iba a vivir un momento
así. Pero debemos mantenernos al margen de todo lo que pasa. Estamos en una etapa
en la que hay mucho en juego y no podemos perder el foco. El fútbol es a veces
el sostén de todo, y ganar ayuda”, dice Bellocq. “La situación es compleja,
pero confío a muerte en mis compañeros. El clima es bueno, el sábado había
mucha felicidad en el vestuario. Hay que dejar de estar pendientes del resto,
de todo lo que se habla, de los arbitrajes, de lo que pasa en el club. Los
últimos triunfos nos fortalecieron muchísimo. Sé que no va a ser sencillo, pero
vamos a dar pelea hasta la última fecha”, asegura.
Fuente Olé
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.