Por Favio Verona
El Rojo recibe a Defensa y los jugadores saben que un empate
puede dejarlos afuera. “Tenemos que llegar con vida a Córdoba”, dicen.
Tanto nadar para ahogarse en la orilla”, dice un viejo y
trillado refrán. En eso está Independiente, en el intento por evitar otro
naufragio después de haber transitado el sinuoso camino que le deparó la B
Nacional. “Ya no importan tanto las formas”, es la frase de cabecera a la que
suscriben casi todos los integrantes del plantel. El mensaje delata que a esta
altura todo es cuestión de activar los mecanismos de supervivencia, de intentar
administrar los escasos recursos disponibles, de lidiar contra las limitaciones
propias para preservar las esperanzas hasta la última fecha. “De nada va a
servir el triunfo ante Douglas si no le ganamos a Defensa de local. Tenemos que
llegar con posibilidades al encuentro ante Instituto”, sentenció Martín Zapata.
Los jugadores están convencidos de que un empate ante el
Halcón podría dejarlos afuera de la lucha por el ascenso. “El partido contra
Instituto va a ser una final siempre y cuando podamos conseguir los tres puntos
ante Defensa para llegar con vida a Córdoba”, aseguró Federico Insúa,
consciente de que el Rojo ya no tiene margen para especular. “Faltan tres
fechas y lo más importante es jugar lo que viene distinto a lo que hicimos en
el semestre. Están todos muy apretados. El que se descuida, pierde. Si ganamos
todos los partidos, ascendemos, pero una derrota en nuestra cancha podría
dejarnos afuera”, reconoció Daniel Montenegro, el capitán del equipo. “La
motoneta tiene bastante nafta para seguir andando en las próximas tres fechas.
Si bien vamos a enfrentar a un equipo que ya está ascendido, no podemos
dormirnos porque si no conseguimos los tres puntos, podemos llegar sin vida al
partido contra Instituto”, reconoció Sebastián Penco. Y en sintonía con el
delantero, Matías Pisano agregó: “Habrá que salir a afrontarlo de igual a
igual. Este partido se tiene que jugar a matar o morir porque ya no nos sirve
el empate”. Diego Rodríguez también cree que hoy no existen matices: “Va a ser
durísimo. Habrá que asimilar la presión. Si no ganamos, podemos quedarnos
afuera”.
Así vive hoy Independiente. Al borde del abismo.
Sobreviviendo...
Fuente Olé
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