Por Vicente Muglia
En el Rojo vivieron el 0-0 de Huracán como un triunfo: el
equipo depende de sí mismo para lograr el ascenso.
Se vivió como un triunfo. Puño apretado algunos, gritos al
cielo otros... El pitazo final de Ceballos en Córdoba, decretando el empate de
Huracán con Talleres, dejó a Independiente un escalón más cerca del ansiado
ascenso. Después de correr varias fechas desde atrás (como había asegurado
preferir Facundo Parra), el Rojo hoy depende sólo de sí mismo para lograr el
objetivo de regresar a Primera. En el caso de ganar los dos partidos que le
quedan, nadie podrá alcanzarlo.
“Nos quedan dos finales. De Felippe nos pide que estemos
tranquilos. Ojalá podamos lograr el ascenso. Estamos cerca”, contó un ya
ansioso Matías Pisano, quien agregó: “Encontramos el equipo. Contra Defensa fue
un partido difícil, contra un buen rival, así que eso nos da confianza para ir
con fe a Córdoba”. Claro, la próxima parada será el domingo ante Instituto, un
rival directo al que puede dejar fuera de la pelea en el caso de ganarle.
“Se dio lo que queríamos, que era llegar al partido en
Córdoba arriba de Instituto. Será una final y tenemos que repetir la actitud
que tuvimos contra Defensa”, opinó Federico Insúa, clave en el triunfo por su
asistencia a Pisano para el empate parcial.
Fuente Olé
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