Excepto los dos partidos en Quito, donde se notó que los
rivales lo superaron durante tramos amplios, a Independiente no lo atacaron
tanto como para sufrir 9 goles en 9 partidos jugados. El Rojo de Sebastián
Beccacece cometió muchos errores puntuales en la salida y los pagó caros.
Es cierto que Martín Campaña perdió seguridad y confianza,
pero también hay una estructura defensiva que falla una vez por partido y le
entrega oportunidades inesperadas a los contrarios.
En Quito, el primer gol Universidad Católica de Ecuador de
la fue tras un penal altamente dudoso por parte de Alan Franco. Martín Campaña
se volcó hacia la derecha, Bruno Vides la puso a la izquierda y convirtió. El
Rojo lo logró dar vuelta, pero Nicolás Domingo regaló la pelota en la mitad de la
cancha, con el equipo saliendo y Walter Chalá entró al área para cruzar su
remate y vencer la valla.
Sobre el cierre, los defensores no pudieron sacarla, y Luis
Amarilla se separó de Gastón Silva para meter la volea y el 3-2 final.
En Avellaneda, el Rey de Copas le ganó a Independiente del
Valle por 2-1. El tanto del Auriazul llegó por un error letal de Martín Benítez
que le entregó el balón a Jhon Sánchez. El ecuatoriano quemó a Campaña, junto
al palo izquierdo.
Una semana más tarde, en Quito, el equipo de Sebastián
Beccacece mereció perder por mayor diferencia, pero recién lo embocaron cuando
Fabricio Bustos salió del campo de juego por lesión. Del Valle atacó por
izquierda, desbordaron a Nicolás Figal y Nicolás Domingo soltó a Daniel Nieto,
quien sentenció el 1-0 en el área chica.
Lo peor se vio contra Estudiantes de La Plata por la
Superliga. El partido se desequilibra por una pelota perdida de manera infantil
en la mitad de la cancha. Se le escapó a Lucas Romero, con sus compañeros yendo
al ataque, Nahuel Estévez disparó y Campaña la dejó viva para que Ángel
González le defina por arriba. El 2-0 llegó en una corrida de Facundo Mura, con
quite y pérdida de Figal. Pasó de largo Alexander Barboza y Diego García cruzó
el tiro (otra más que le cruzan al arquero).
El tanto del final lo hizo Enzo Kalinski, que recibió en la
medialuna del área y tuvo tiempo para hacer jueguitos y tirar una chilena. El
capitán uruguayo se volcó, no se tiró, y la pelota le pasó por al lado. 3-0
final y vergüenza.
El último tanto recibido fue en Paraná, contra Patronato. En
un cotejo malo, pero parejo, Barboza intentó darle un pase de dos metros a
Lucas Romero y la puso en órbita. Ávalos le ganó de cabeza al Perro, Figal se
quedó mirando y Lautaro Comas arrancó a toda velocidad. Cuando parecía que
Barboza llegaba al cierre, el delantero del Patrón se tiró al piso y la puso
arriba, al primer palo. Campaña pudo haber hecho algo más.
Fuente Infierno Rojo
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