Por Nahuel Lanzillotta
A
Independiente se le presentaron varios contratiempos en el clásico y debió
aguantar 60 minutos con uno menos y con dos menos en tiempo de descuento. Los
cambios de Vaccari para no dejar pasar a Racing.
Independiente
ganó un punto en el Cilindro. Con todo en contra en un clásico que se le
presentó adverso desde el vamos, el equipo de Julio Vaccari logró resistir y
sacar adelante un duelo cargado de intensidad en el que había que sobrevivir
hasta el final. Debió jugar con uno menos durante 60 minutos, con el agravante
que los últimos 7 minutos quedó con nueve futbolistas. El entrenador tuvo que
barajar y dar de nuevo para reacomodar al equipo: las claves de los cambios (de
nombres y de esquemas).
Fueron
varios contratiempos los que tuvo Independiente este domingo. Antes de los 10
minutos ya tenía averiados a dos piezas importantes del equipo como Iván
Marcone, capitán y volante central, y Kevin Lomónaco, que desde que debutó
viene siendo de lo mejor de la línea defensiva. Un duro choque de cabezas entre
ambos dejó sendos cortes. Quedaron mareados. Llegaron hasta el entretiempo,
pero luego debieron salir. Al defensor, de hecho, le dieron 5 puntos de sutura.
La
expulsión de Damián Pérez a la media hora de juego condicionó el resto de la
tarde. Racing estaba siendo superior. Pasó lo que en los papeles era muy
probable que sucediera. El local salió a tomar las riendas del derby por ser el
anfitrión y tener la presión y por jerarquía individual. Si hasta se da el lujo
de tener en el banco a Juanfer Quintero La Academia…
Lo apretó
al Rojo y obligó a un par de salvadas de Rodrigo Rey. El visitante no se había
podido acomodar en la cancha cuando de un tiro libre a favor mal ejecutado por
Alex Luna, llegó un mal pase atrás de David Martínez y la falta de Pérez para
cortar el ataque prometedor. Se sacrificó el lateral izquierdo que había
quedado como último hombre. No le quedó otra que arrojarse para parar las balas
y cayó en batalla.
Desde ahí,
todo cambió. Vaccari movió fichas rápido para replegar a la tropa. ¿Cómo hizo
para aguantar una hora diezmado? Como primera medida mandó a la cancha a Marco
Pellegrino por Luna para formar una línea de cinco con tres centrales
(Lomónaco, Laso y Pellegrino) y dos carrileros (Vera y Tarzia). El Diablo quedó
dibujado con un 5-3-1, con Gabriel Avalos como único punta, lejos de todo.
Pero en el
entretiempo tuvo que hacer más variantes el DT rojo. Sin Lomónaco y Marcone,
dispuso de los ingresos de Adrián Spörle y de Juan Fedorco. ¿Entonces? Tata
Martínez se ubicó de ‘5’ mientras que Tarzia pasó de carrilero a volante
interior izquierdo. Con esas jugadas, Vaccari pudo lograr mayor flexibilidad en
el complemento para hacer las dos cosas que debía: defender e intentar algún
contraataque milagroso.
El puesto
comodín fue el de Spörle, que se desprendía por la izquierda para atacar y así
quedaba por momentos una línea de cuatro hombres en el fondo. Luego, claro,
retrocedía a la hora de las embestidas blanquicelestes que con Juanfer ya en
cancha fueron más punzantes. Así y todo, Racing no supo cómo entrar al área con
claridad. Es cierto que Rey fue figura, pero la mayoría de los remates que
contuvo fueron desde afuera.
Independiente
tuvo una chance para ganarlo con ese contragolpe iniciado justamente por Spörle
que incluyó un sombrero de taco. Felipe Loyola habilitó a Tarzia y el pibe
remató cruzado. Apenas un pelo hubo entre esa pelota y el palo izquierdo de
Gabriel Arias.
Vera se fue
expulsado sobre el final y hubo que apretar más los dientes con dos menos en el
tiempo de descuento. Racing terminó con cuatro delanteros sin poder doblegar a
un Independiente cojudo que no jugó bien de entrada pero que después, cuando todo
se le vino encima, dio una muestra de carácter importante para salir con vida
del clásico y llevarse un punto que sirve.
Fuente
Infierno Rojo
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