Nota
publicada por TN Deportivo el 30 de julio 2022.
Se lo regaló un dirigente del fútbol que nunca quiso hacer réplicas. La frase tenía un concepto especial para don Julio: siempre hay otra oportunidad. El difícil momento en que dejó de usarlo.
La frase "Todo pasa" fue un concepto emblemático de Julio Grondona, quien entendía que después de un triunfo podía venir una derrota y viceversa.
El
dirigente Armenio y ex mano derecha de don Julio, Noray Nakis, le regaló el
famoso anillo.
Diez días
antes de la muerte de Julio Grondona, el famoso anillo con la frase “Todo pasa”
perdió sus poderes. En realidad, lo que perdió fue el sentido para quien
todavía, en julio de 2014, era el presidente de la Asociación del Fútbol
Argentino (AFA) desde el 6 de abril de 1979.
Su poder como dirigente seguía intacto, pero el fuego interno se estaba apagando para Julio Grondona, quien tenía 82 años de vida aunque su vida hacía un poco más de dos años que ya no tenía la misma vivacidad: el 16 de junio de 2012, su esposa Nélida Pariani había muerto después de varios meses de sufrimiento, víctima de un cáncer.
¿Qué tiene que ver el anillo con la frase “Todo pasa” con la muerte de Nelly, como todos conocían y llamaban a la esposa de Grondona?
Todo. Porque para el presidente de
la AFA, aquella frase simbolizaba un concepto tan sencillo como claro: siempre
hay una segunda oportunidad. Las cosas pasan y lo mejor es cerrarlas rápido
para que se inicien otras. Hoy se gana y mañana se puede perder; y viceversa.
Pero la muerte no ofrece otra chance.
A 8 años de
la muerte de Julio Grondona: el anillo que no pudo con la muerte
Antes de ir
al velorio de su esposa, compañera desde la adolescencia y madre de sus tres
hijos (Humberto, Liliana y Julio), Grondona se sacó el anillo del “Todo pasa”
del meñique izquierdo, donde sólo quedó colocada la alianza de matrimonio. Pero
el anillo con la frase que hizo historia, se lo guardó en el bolsillo.
Para Julio
Grondona, todo pasaba menos la muerte. O, al menos, la muerte de alguien amado
por él como lo era Nelly. Nunca volvió a usar ese anillo entre ese 16 de junio
de 2012 y el 30 de julio de 2014, día de su propia muerte.
Si ya
Grondona venía de mal ánimo en los meses previos a la muerte de su esposa, por
ver cómo su salud se deterioraba producto de la enfermedad, el momento del
fallecimiento de la mujer fue un duelo insalvable. Ni siquiera mitigó un poco
su dolor que una semana más tarde su querido Arsenal, club que había fundado a
sus 24 años (con el apoyo de su esposa Nelly, entre otros) haya salido campeón
del fútbol Argentino.
Incluso, la
leyenda dice que diez días antes de su fallecimiento, en su casa de campo en la
localidad bonaerense de Brandsen, don Julio revoleó el anillo a un pastizal,
porque el dolor de ser viudo no pasaba ni pasaría jamás. Por lo menos mientras
él viviera.
El concepto de “Todo pasa” Grondona lo acuñó con el correr de los años. Siempre un hombre muy temperamental, aprendió a domar las pocas pulgas que podía tener con el paso del tiempo. Y fue dos décadas después de haber asumido como presidente de la AFA que alguien le hizo ese regalo tan simbólico, el famoso anillo.
El hacedor
fue su amigo Noray Nakis, vendedor polirrubro, vinculado con joyerías, entre
otras actividades, hincha de Independiente e influyente hombre del fútbol del
Ascenso a partir de su rol de presidente del Deportivo Armenio, club desde el
que se encumbró en el poder el fútbol Argentino gracias a Grondona.
Y aunque el
final de la vida de don Julio no los encontró tan cercanos, en los buenos
viejos tiempos, en los que Nakis se sentaba a la derecha de Grondona, le
encargó a un amigo joyero un anillo de 14 gramos de peso en oro 18, con una
leyenda al frente (tipo sello) que decía “Todo pasa”.
La muerte
de su esposa dejó a Grondona inmerso en una gran tristeza. Murió dos años
después de quedar viudo.
Había sido
a mediados de 1999 cuando el entorno de Grondona descubrió “el concepto” del
Todo pasa. En un discurso, el presidente de la AFA repetía lo que tantas veces:
“Qué se le va a hacer, son cosas que pasan”, un latiguillo que expresaba la
buena capacidad de resignación ante ciertas cosas para abrirse a otras nuevas.
Pero cuando
Noray Nakis lo felicitó por sus palabras y redujo el latiguillo a “todo pasa”,
a Grondona le gustó. Y lo anotó en papel que llevaba en su bolsillo como una
tarjeta de presentación. El concepto del todo pasa ya estaba escrito y Nakis lo
bañó en oro. De hecho, y a pesar de los innumerables pedidos que tuvo, el
dirigente armenio nunca quiso mandar a hacer copias porque la exclusividad era
de Grondona.
Además, para alguien de la personalidad de Grondona, y del poder que tenía y ejercía, que generó que muchos lo compararan con un “Padrino”, tener un anillo para que todos lo reverenciaran era importante. Y desde mediados de 2000, cuando Nakis se lo regaló, Grondona lo llevó puesto siempre hasta el 16 de junio de 2012.
No fue toda
la vida, como el mito podría hacer suponer. En definitiva, Grondona y su anillo
de “Todo pasa” convivieron apenas 14 años. Los últimos 14 de sus 82 años
de vida.
Fuente TN Deportivo
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