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domingo, 3 de agosto de 2014

Grondona - De Sarandí a la cima del mundo - Incluye Video




De Sarandí a la cima del mundo: el ferretero que generó una fortuna incalculable





Pasó de Sarandí a las Torres de Puerto Madero y de manejar el modesto negocio familiar a ser vicepresidente "del mundo".

'Don Julio' se transformó en 'El Jefe' y creó cuanto emprendimiento fuera necesario (con socios ocultos y testaferros) para que ningún negocio quedara fuera de su órbita.

Desde albergues transitorios a funerarias, negocios agrícolas, empresas de construcción y todo lo que pudiera controlar a partir del fútbol... Un patrimonio que se incrementó de forma incalculable



"Mi papá me dejó mucha plata". Esa fue la concisa respuesta de Julio Humberto Grondona ante la apremiante e incómoda consulta que le hicieron haces pocos meses atrás (a fines de mayo en el programa La Cornisa de América) entorno al considerable aumento de su patrimonio. El absoluto y eterno poder que logró crear para apropiárselo, provocó que muy poco pudiera saberse de sus negocios personales, o más bien que pocos se animarán a sacarlo a la luz.





Con apenas 20 años, en 1951, Julio debió abandonar la carrera de Ingeniería que cursaba en la Universidad de La Plata para hacerse cargo del negocio familiar (la modesta ferretería ubicada en Independiente 539 de Sarandí) por la hemiplejia que dejó postrado a su padre Enrique. Asociado con Emilio Lombardi, el comercio creció y se transformó en el corralón "Lombardi & Grondona". Casualmente, con dichos amigos íntimos compartían también el tambo familiar 'Don Emilio' de 159 hectáreas, ubicado al borde de la Ruta 20 en Coronel Brandsen. Las familias compartían el lugar, alternándoselo una semana cada uno. Claro, hasta que las partes se distanciaron y en noviembre de 1997 'Don Julio' pudo darse el gusto de comprar la otra parte y convertirse en el dueño absoluto (hasta entonces, la mitad del corralón y la mitad del tambo era todo lo que el padre había dejado como herencia).



Ya con Nélida Pariani como su compañera fiel y sostén en todo aspecto, 'Don Julio' comenzó a despuntar el vicio de la redonda (era un enganche que hizo las inferiores en River, donde jugó hasta la 5ª división) y mezclarlo con su fuerte: los negocios. Fue en 1957 (más precisamente el 11 de enero) cuando fundó su propio club, Arsenal. Delegando poco a poco el manejo a su familia, Grondona pasó a entrometerse en la política de la entidad de la que era hincha, Independiente. Militando en la mítica Lista Roja, llegó a la presidencia en 1976 y se mantuvo en el cargo durante tres años.



Avanzando en el plano dirigencial del fútbol a pasos agigantados, fue entonces que llegó a la presidencia de la Asociación del Fútbol Argentino (en 1979 de la mano del vicealmirante Carlos Alberto Lacoste en plena dictadura). Ya en 1988 pegó el gran saltó y llegó a la vicepresidencia "del mundo" (como él mismo dijo en una entrevista), además de presidir la Comisión de Finanzas (pasando de administrar el dinero de una ferretería en un caja de zapatos a hacerlo en una entidad que facturaba 250 mil millones de dólares al año) y el Consejo de Mercadotecnia y Televisión de la misma FIFA.



Paralelamente, 'El Jefe' iba trabajando en su patrimonio personal para así incrementar el legado que su padre le había dejado. Claro que 'Don Julio' no había llegado a la cima del mundo por mera casualidad, sino gracias a su sagacidad e inteligencia. Así es que comenzó a crear cuentas secretas y empresas ocultas a nombre de fieles laderos. Casi sin dejar ningún rubro libre, las principales inversiones apuntaron a los negocios que él dominaba casi a la perfección: la construcción y el fútbol (entiéndase en este último punto todo lo que pueda relacionarse a la redonda: merchandising, organización de torneos, publicidad, televisación, etc).



Una de los negocios más polémicos de la gestión del ex presidente de la AFA pasó por la empresa Puntogol ST&M S.A, creada en enero de 1998 bajo el nombre de ISL por Rogelio Riganti (un vecino de Villa Constitución que era proveedor de la ferretería de los Grondona). Con Eduardo Mauricio Martino como presidente y titularidad compartida con el ex titular de Independiente, Julio Comparada, las 'cabezas' del negocio fueron el propio Riganti y el español Jesús Samper Vidal (empresario líder del Grupo Santa Mónica, una compañía de marketing deportivo). Fue precisamente a Santa Mónica a quien casualmente fue vendida la empresa en 2007, siendo dicha empresa la que posee los derechos de la transmisión de todos los partidos de la Selección y de todo su merchandising (es Agente Exclusivo de la AFA), además de ser organizadora de la 'novedosa' Copa Argentina.





Fuente Play Fútbol



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