Por Emiliano Sotomayor
Estudiantes le ganó a Independiente en La Plata dándole un
cachetazo táctico al técnico Almirón, que se equivocó en el planteo inicial y
lo terminó pagando con la derrota.
Goñi, de tiro libre, marcó el único gol del partido.
Jugar con línea de tres en Avellaneda y frente a Atlético de
Rafaela es audaz. Hacerlo frente a Estudiantes y en La Plata, suicida. Almirón
es un técnico ofensivo, le gusta que sus equipos sean los que propongan.
Entonces piensa en el arco de enfrente, busca alternativas para lastimar, pero
a veces parece olvidarse que el que está del otro lado también juega. Y este
Estudiantes, encima, lo hace bastante bien...
No mirarlo, no pensarlo, entonces, fue el primer error de
Almirón. Que el técnico de Independiente esté convencido de la idea que pregona
es loable. Pero a veces es necesario cambiar para progresar. Pese a que no lo
haya podido plasmar en el resultado, Atlético de Rafaela había desnudado las
falencias defensivas del Rojo. Falencias de las que Almirón no aprendió. Y no
solamente eso: las acrecentó.
Quizá la posición de Droopy Gómez haya sido el mayor
desacierto. La marca no es uno de los fuertes del ex jugador de Argentinos, por
lo que, lógicamente, Figal quedó expuesto ante cada ataque del Pincha. Carrilo,
inteligente, eligió ese sector para volcar toda su potencia, muchas veces
acompañada por la solidaridad de Cerutti.
Justamente por ahí llegaron las situaciones más peligrosas
de Estudiantes. Dos de ellas terminaron adentro: Loustau anuló la primera por
un supuesto (y finísimo) empujón de Carrillo a Tula, que ganó en la altura tras
un centro desde... sí, el sector derecho del Rojo; la otra, un estupendo tiro
libre de Goñi que se clavó en el ángulo superior derecho del arco del Ruso
Rodríguez, le dio el triunfo a Estudiantes. ¿En dónde fue la falta que derivó
en el tiro libre del gol? Adivine...
El empeño de Independiente por atacar no alcanzó para
quebrar a un equipo que ya en ventaja se concentró en defender los tres puntos.
Ni Pizzini (entró, insólitamente, por Iván Pérez a los 30' del primer tiempo),
ni el Rolfi, ni Mancuello, ni Lucero. Ninguno pudo contra el planteo táctico de
Pellegrino. Ese técnico que pensó en cómo y por dónde atacar, pero que, a
diferencia de Almirón, también analizó cómo y cuándo defender.
Fuente Olé
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