Afina contactos en busca de apoyo financiero; el vínculo con
empresarios.
Por Nicolás Balinotti
Foto: LA NACION.
De a poco, Hugo Moyano modifica ligeramente su rutina.
A sus
habituales reuniones sobre gremios y política suma ahora largas charlas sobre
fútbol y negocios.
En esta suerte de metamorfosis hay algo que no cambió:
digita los movimientos desde el despacho del tercer piso de San José 1781, la
sede del Sindicato de Choferes de Camiones.
Desde hace poco más de un mes, el jefe de la CGT opositora
asumió como presidente del club Independiente, de Avellaneda.
Sorprendió a su
familia y hasta al propio Julio Grondona cuando decidió encabezar la lista de
la Agrupación Independiente, que obtuvo el 70% de adhesión en las urnas. En su
entorno, dicen que resolvió postularse cuando peligró la candidatura del
empresario gastronómico Fabio Fernández y cuando percibió que si no era él, el
club podía quedar al mando del empresario Daniel Grinbank o de algún allegado
al Gobierno impulsado por el jefe de la AFIP, Ricardo Echegaray, que también
jugó en la interna de Independiente.
Moyano activó sus contactos políticos y gremiales para tomar
las primeras decisiones.
Logró que Coca-Cola aumente su pago como sponsor. Todo
está relacionado: el reparto de gaseosas en el país depende del sindicato de
los camioneros.
Cerró un acuerdo millonario con el correo privado OCA como
auspiciante en la indumentaria. OCA fue adquirida el año pasado por el Grupo
Rhuo, que está ligado a Moyano, a pesar de que la firma, de manera oficial,
sólo admite un vínculo con el gremio. Patricio Farcuh, presidente de Rhuo,
viajó junto con los hijos de Moyano al Mundial de Sudáfrica, donde compartió la
tribuna con la cúpula de la barra brava de Independiente.
"Moyano usa los contactos. Llama y pide, entre
comillas. Exige colaboración", cuenta un dirigente opositor.
Distinta es
la postura del Moyanismo puro: "Los empresarios se pelean por poner plata
en el club. Hacen cola", exagera Abel Frutos, mano derecha de Moyano en la
CGT y en algunas cuestiones de Independiente.
En su afán por reencauzar la delicada economía de
Independiente, Moyano le dio una sola orden al macrista Cristian Ritondo, vocal
1° del club. "Tenés que conseguir al Banco Ciudad como sponsor".
Las
gestiones ya comenzaron.
La estrategia de Moyano es un calco de la que aplicó Sergio
Massa cuando era el hombre fuerte del club Tigre al mismo tiempo que ejercía
como titular de la Anses. Por entonces, Massa acordó con el banquero Jorge
Brito para que el Banco Macro fuera el principal sponsor. Además, incorporó
como tesorero del club a Amado Boudou, por entonces el otro funcionario de peso
en la Anses. Con Massa y Boudou en la comisión (vocal y tesorero,
respectivamente), Tigre canceló la deuda pendiente de la convocatoria de
acreedores y cerró en un solo pago la deuda hipotecaria que arrastraba con el Banco
de la Provincia de Buenos Aires.
Con una receta similar, Moyano apuesta en Independiente a
encontrar una salida para el concurso de acreedores y anhela ser recordado como
el presidente que puso en orden la economía del club, cuyo pasivo ascendería a
600 millones de pesos. El principal objetivo será "honrar" la actual
convocatoria de acreedores. Y no se descarta que, cumplido el plazo, se llame a
otro concurso. El club le debe al gremio de los futbolistas unos 25.000.000 de
pesos y con la AFIP el monto sería muchísimo mayor.
A partir de la muerte de Grondona, Moyano se alineó con los
dirigentes del resto de los equipos grandes [Boca, River, Racing y San Lorenzo]
para exigir a la AFA un aumento en el reparto de los fondos del Fútbol para
Todos. Piensa encontrar allí más alivio financiero que los 30.000.000 de pesos
que le corresponden para la temporada 2014/15.
Para entender a Moyano en su nuevo rol de gestor deportivo
habría que remontarse a una entrevista con LA NACION Deportiva antes de las
elecciones: "Tengo mucho trabajo, pero voy a tratar de tomarme el tiempo
necesario para el club. ¿Si voy a delegar? En el sindicato tengo una frase: hay
monos, payasos, equilibristas, maestro de ceremonias, pero manda uno solo: el
dueño del circo. El que decida voy a ser yo".
Sin descuidar el frente gremial, en el que está próximo a
lanzar un paro nacional con la CGT, Moyano ubicó al frente del club a gente de
su confianza.
Héctor Maldonado ocupa los despachos de la sede de la avenida
Mitre, en Avellaneda, mientras que su hijo Pablo, que es número dos de los
camioneros, maneja el fútbol desde Villa Dominico, un predio de 27 hectáreas
que fue cedido en 2007 por la provincia de Buenos Aires a partir de una gestión
del propio Moyano cuando Felipe Solá era el gobernador y él era kirchnerista.
Clubes en los que influye el jefe camionero.
Independiente
Asumió en julio como presidente. Se rodeó de dirigentes de
confianza, muchos de ellos surgidos de la política y el gremialismo. Tiene
además militantes de camioneros en la cúpula de la barra brava.
Fuente La Nación
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