Diego Dorta estuvo en Campanas del infierno dialogando con
Borsa y equipo. Señaló:
"Estoy en el tema de intermediación de
futbolistas, es algo que me gustó. Tengo 20 años de casado y dos hijos. Aquí en
Uruguay Paco Casal es quien más desarrolló la profesión de representante.
Llegué a Independiente a mediados de 1995, el técnico era el
Zurdo López, su ayudante Humberto Grondona y el "Profe" Bonini era el
PF.
El profe era un maestro, fue muy importante para mi adaptación al fútbol
argentino, algo que lo sentí aún viniendo de Peñarol y de jugar en la selección.
Me tocó debutar contra Rácing y la intensidad del juego demandaba un tiempo más
de adaptación.
Siempre me gustó posicionarme para poder recibir sin marca.
El juego dirigido era muy importante. Cuando llegué a Independiente, la vara
estaba alta, porque Perico Perez estaba bien identificado con el paladar del
hincha de Independiente.
Había un grupo de jugadores muy buenos que se estaba
rearmando, el equipo anterior, el de Brindisi, venía acoplado y con un tiempo
de trabajo.
Hacia falta acomodarse para lograr jugar un buen fútbol, pero había
muy buenos jugadores. El perfil del técnico era de un juego más directo, no del
todo vistoso pero bastante resultadista y se hizo un buen torneo.
Llegar y
conseguir esa Supercopa fue muy importante.
Yo no quedé satisfecho con mi rendimiento y mi pasaje por Independiente.
No me guardé nada, incluso hice infiltraciones que me terminaron perjudicando.
Llegué con una tendinitis que me generaba molestias musculares. Cuando llegué a
Independiente, ese tema no lo tenía resuelto y se me agravó. Siempre la corrí
de atrás, nunca estuve 100% físicamente. Creo que podría haber dejado una mejor
imagen y haber estado en independiente más tiempo.
La entrada a la cancha de Independiente me hacía hinchar la
piel, hasta el día de hoy, pese a que yo venía de Peñarol que es otro grande.
Nosotros queríamos pasar al fútbol argentino, no directamente a Europa. E
Independiente despertaba una simpatía especial.
Burruchaga, Clausen, se
portaron muy bien conmigo.
Independiente no es un club fácil para quien llega del
exterior, y en mi tiempo la vara estaba alta. No sentí abucheo, sentí respeto
de los hinchas. Jugué veinte partidos, sentí que podía, que era reconocido,
pero si hubiera jugado más habría dejado una huella más importante. Fue una
experiencia increíble que recuerdo permanentemente.
Burruchaga tiene capacidad de sobra, sé que la situación no
es fácil, pero le deseo la mejor suerte para sacar al club adelante. Con mucho
gusto podría dar una mano para colaborar. Benavidez es un buen jugador, tuvo
una lesión cuando se estaba aplomando, y no tuvo segunda oportunidad. Es un
jugador joven a quien habría que llevarlo.
Estaba para dar un paso luego de
jugar en la selección juvenil.
Condiciones tiene, seguramente necesitaba más
tiempo. Ojalá tenga la oportunidad".
Publicó Independiente Sin Censura
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