Moyano junto con Holan y los refuerzos del verano 2017.
(Néstor García)
Por Favio Verona
Independiente encontró en Erviti a la pieza que le faltó en
los últimos años: un organizador. Gigliotti ya demostró en Boca y en San
Lorenzo que la presión de jugar en un equipo grande no lo amedrenta, aunque no
debe pasarse por alto que no disputa un partido en serio desde hace dos años,
cuando decidió partir a China. Y Domínguez, quien en Querétaro no rindió como
lo hizo en Central, demostró en los amistosos su capacidad para recuperar y
distribuir con precisión.
El Rojo sumó futbolistas que llegaron para ser titulares. Se
trajeron refuerzos y no relleno. Los balances de los mercados de pases deben
hacerse antes de que salga publicado el diario del lunes. La decisión de Holan
de pedir hombres con experiencia para subirle el promedio de edad a un plantel
plagado de juveniles parece haber sido acertada. Pero el plantel está desbalanceado.
Ante la inminente partida de Cuesta, el entrenador se quedó con pocas opciones
para armar el fondo. Figal, Franco, Vitale y Breitenbruch son los únicos
centrales disponibles. Ninguno tiene trayectoria. Y el equipo no está en el
momento ideal para convivir con los errores lógicos que los jóvenes seguramente
van a cometer mientras transitan el período de aprendizaje.
Fuente Olé
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