Ortiz, Cuesta, Cebolla Rodríguez y el Tanque Denis. Todos
out. // Cedoc.
En los últimos tres meses, seis jugadores con influencia en
el plantel dejaron el club por decisión de los dirigentes. Independiente se
quedó sin caciques.
Por Javier Lanza
El 27 de noviembre del año pasado, la gota rebasó el vaso.
Ese día, el 0-3 con Racing en el Cilindro por la undécima fecha del Torneo de
Primera hizo explotar a Pablo Moyano, que apuntó a un solo culpable: el
plantel. “Estoy caliente con la actitud de los jugadores.
En diciembre algunos muchachos se van a tener que ir, eso es
seguro”, anticipó. Junto a la llegada de Ariel Holan, en reemplazo de Gabriel
Milito, llegó la depuración del plantel. Independiente se quedó sin caciques.
La limpieza, está claro, apuntaba a los líderes.
El arribo de Holan al banco de suplentes coincidió con el
corte de cabezas que venía exigiendo el mundo Independiente.
“Hay que analizar caso por caso. No fue una decisión
plenamente dirigencial ni todos pedidos del entrenador. Hubo un conjunto de
factores”, le cuenta a PERFIL alguien que conoce las entrañas del vestuario de
Independiente. La única partida decidida enteramente por los dirigentes fue la
de Germán Denis, con un contrato demasiado alto para un jugador que no era
titular.
La depuración fue rápida y contundente. Los tres primeros en
irse fueron casos distintos. El uruguayo Cristian Rodríguez ya era cuestionado
desde la era Milito por sus constantes lesiones, y porque no caía bien que para
la selección de su país estuviera disponible y para Independiente siempre había
un malestar.
A Hernán Pellerano (se fue a préstamo a Olimpia de Paraguay)
y a Jorge Ortiz (fue cedido a Tijuana de México) fue el propio Holan el que les
comunicó al principio de su ciclo que no los iba a tener en cuenta por
cuestiones futbolísticas.
De capitán a la nada. El caso de Víctor Cuesta es uno de los
más curiosos. Su gran nivel en el primer semestre del año lo llevó a disputar
los Juegos Olímpicos con la Selección. Cuando llegó Holan, en el primer
entrenamiento Cuesta le manifestó su intención de dejar el club, pero la falta
de ofertas hizo creer que seguiría en el plantel.
El 0-3 con Racing en Salta le hizo perder terreno en las
consideraciones de Holan y le dio cabida al juvenil Alan Franco, quien apareció
en un par de amistosos como titular.
En las últimas prácticas, Cuesta había vuelto a ser titular
pero su destino estaba en el Inter de Porto Alegre, club que compró la mitad
del pase en dos millones de dólares.
Con Vera nunca hubo feeling. El cuerpo técnico le aseguró
que sería el cuarto número 9 del plantel (por detrás de Gigliotti, Denis y
Albertengo). Y encima, en los amistosos empezaron a probar con Gastón Togni, un
chico de las inferiores del club. Por eso el uruguayo tomó la decisión de
sumarse a Colón.
La paciencia del hincha pesa mucho en la salida de estos
referentes. Con varios, no había vuelta atrás. Eran totalmente resistidos. Por
eso, no es casual que la escoba los haya barrido.
Ahora, el Rojo intentará apoyarse en la experiencia de
Walter Erviti, en los goles de Gigliotti y en la lucha de un Nicolás Tagliafico
que, con poco tiempo en el club, es uno de los símbolos de un equipo que hace
quince años no festeja un título local.
(*) Nota publicada en la Edición Impresa del Diario Perfil.
Fuente
Perfil.com Cuatro Cuatro Dos
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