Al Ruso no le pudieron convertir en 17 de los 35 partidos
que disputó en el 2013.
Por Favio Verona
Rodríguez se transformó en una muralla: lleva siete partidos
sin recibir goles y es récord del Rojo en el profesionalismo. “El mérito no es
sólo de los de abajo”, dijo.
"Están haciendo muchas notas sobre este tema. No me
vayan a mufar, je”. Diego Rodríguez sale del vestuario del Libertadores de
América y entre risas deja entrever su elenco de supersticiones. Como un
enjambre, los periodistas se acercan para recabar testimonios y los hinchas
acuden para solicitar autógrafos. Más allá del interlocutor de turno, las
conversaciones giran en torno a una misma temática. Los 666 minutos que lleva
el Ruso sin recibir goles acaparan el centro de la escena. Tras el triunfo del
lunes frente a Instituto (2-0), el arquero mantuvo la valla invicta por séptimo
partido consecutivo y los números ya lo inmortalizaron en el libro de los
récords de Independiente. Rodríguez superó la marca que ostentaba Eduardo
Pereira, quien en la temporada 88/89 blindó el arco por 642 minutos, y de esta
forma logró el mejor registro en el profesionalismo. Pero al Ruso aún le queda
una marca por batir. Se trata de un récord que estableció el histórico Pedro
Isusi en el amateurismo (en 1926 le puso candado al arco del Rojo por 1.101
minutos).
“Es importante haber llegado a esa cifra, esto me da
confianza a mí y a todo el grupo. Sentimos que a nuestros rivales se les hace
muy difícil convertirnos, pero el mérito es de todo el equipo”, remarcó el
Ruso. Y su mensaje arroja una lectura que se condice con la realidad. Más allá
de algunos temblores que hicieron tambalear el arco ante Defensa, Independiente
padeció pocas filtraciones en la faz defensiva. “El mérito no es sólo de los
que estamos abajo. La clave es que todos colaboran para mantener el cero. Parra
es nuestro primer defensor, rechaza mucho de arriba. Y los volantes también
ayudan”, explicó Rodríguez, quien en lo que va del año mantuvo la valla invicta
en 17 de los 35 partidos que disputó. “Se debe a varios factores. Hoy el equipo
se siente seguro para presionar bien arriba. Creo que al jugar en bloque
estamos achicando bien los espacios y a nuestros rivales les está costando
pisar nuestra área”, evaluó Julián Velázquez. Cristian Tula también se encargó
de buscar argumentos. “La racha es fruto del funcionamiento colectivo, un
equipo no se divide en partes”, sintetizó. Y Gabriel Vallés agregó: “Se formó
una estructura que sostiene todo porque el equipo entero ayuda a defender y a
atacar”. Omar De Felippe también reflejó el mismo pensamiento que expresa el
plantel: “Lo del arquero es bárbaro, pero creo que es un esfuerzo del equipo,
en donde todos deben colaborar. Igualmente debemos mejorar en las salidas desde
el fondo”.
Fuente Olé
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