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lunes, 23 de diciembre de 2013

Violencia III - "Mientras esté Cristina, no nos pasa nada"




Este es uno de los trapos que Los Borrachos del Tablón pusieron en el Monumental durante el partido de Argentina y Venezuela por las Eliminatorias, en marzo de este año.

Matías Goñi, uno de los capos de la barra brava de River, desnuda su fuente de impunidad para manejar el negocio de la reventa con el club, la Policía y gente del poder. Siguen las revelaciones de una causa con muchas derivaciones.

Hay llamados. Risas nerviosas. Promesas de que acá no pasa nada y tensa espera. La causa por la reventa de entradas en River que engloba a dirigentes, barrabravas, policías y hombres del poder, tiene su día D: estalla o se plancha definitivamente a las 13.30 de este lunes 23 de diciembre. Hasta entonces, la Fiscalía de Saavedra, que pidió los allanamientos y las detenciones de, entre otros, Daniel Passarella y Diego Turnes, tiene tiempo para apelar el rechazo que el juez Fernando Caunedo impuso a la medida. Y la mayoría se come las uñas con el nerviosismo de no saber qué ocurrirá.

Extrañamente, quienes más tranquilos están son los capos de Los Borrachos del Tablón. Martín Araujo (Martín de Ramos), Guillermo Caverna Godoy, Matías Goñi y José Uequín preparan la mesa navideña como sabiendo de antemano que el partido ya está decidido y lo ganan por goleada. Tienen sus fundamentos: desde 2006 arrastran problemas con la Justicia que, insólitamente, caen o se postergan. Y ellos tienen su explicación. En medio de las escuchas que dieron origen a la causa más explosiva del año, en un diálogo entre Uequín y Goñi en el que el primero se muestra preocupado porque algunos policías quieren una parte mayor del negocio o caso contrario lo deschavarían, Goñi se ufana: “Yo no hablo con nadie de ellos. A mí me chupan la pija Conductas Delictivas, Eventos Deportivos (por las dependencias supuestamente antibarras de la Federal). Estuve una hora y media en Balcarce 50 (sede, sí, de la Casa Rosada) y vos me venís a hablar de estos pelotudos. Mientras esté Cristina Kirchner, me lo aseguraron hoy, no me pasa nada, ni a mí, ni a Guillermo, ni a Martín, ¿entendés?”. La charla podría ser un intento de Goñi de darse ínfulas de poder, pero que su celular rebote ese día en el horario indicado en la antena de Plaza de Mayo da que pensar. Más si se recuerda que Goñi presta servicios al kirchnerismo desde hace tiempo. En 2007 fue contratado para la Secretaría de Industria por orden de Guillermo Moreno, cuando ya estaba procesado por la Justicia por la gresca del playón (batalla de la barra el 6/5/07). De hecho, cuando fue a declarar al Tribunal Oral 15 y empezó el interrogatorio, paró en seco a los jueces con una frase impactante. “¿Qué hago? Yo respondo a Guillermo Moreno”, y con una mueca irónica pareció decir “¿tienen algo más que preguntarme?”.

Cierto es que hasta ahora no le ha ido mal con esas relaciones. La barra de River hizo muchos trabajos para el Gobierno, algunos que Olé ya contó en su momento, como meter gente en los actos, ganar la calle en momentos complicados o la movida contra el Grupo Clarín para sacarle el fútbol). Pero otras surgieron en más escuchas. Así, por ejemplo, el 22/3/13 Argentina recibía a Venezuela por las Eliminatorias. Mientras Sabella planificaba el partido, Goñi hablaba con alguien identificado como Miguel Calvete (¿el capo de la federación de supermercados chinos?) y se daba este diálogo: Calvete: -¿Podés hablar o estás enquilombado? -Goñi: Estoy en la secretaría haciendo algo para la jefa.

-Calvete: No me nombres, después pegame un toquecito y nos tomamos un cafecito.

-Goñi: Hoy imposible, porque viste…

-Calvete: Ah, sí, el partido.

-Goñi: Sí, tengo que meter dos banderas que me manda… -

Calvete: ¿El jefe? (por Moreno)

-Goñi: No, Cristina, más arriba por suerte.

-Calvete: ¡Mejor!

-Goñi: Tengo que ir a Olivos a buscar las cosas y de ahí a la cancha. Llamame el lunes.

En Olivos está la residencia presidencial. Dos horas después de este diálogo, la antena de Goñi impacta en esa zona del conurbano. Durante el partido, en las tribunas se vieron dos banderas. Una decía “Fuerza, Cristina”. La otra, “Hasta la victoria siempre Comandante Chávez”. Y según reportó al día siguiente el Sistema Bolivariano de Comunicación e Información en su página web y en la TV venezolana las banderas habían sido elaboradas por La Cámpora. Y mostradas, claro, por Los Borrachos del Tablón, cuya impunidad para hacer negocios ilegales a costa del club y los hinchas, que dejan un reguero de sangre y muerte, parece provenir del máximo poder del país.


Fuente Olé

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