Vargas pidió calma.
Aunque los hinchas no le apuntan a él, Vargas se quejó
por tener que entrenar custodiado por la policía, y le pidió calma a la gente
del Rojo. "Si bien a mí me quieren, es difícil trabajar así", acotó.
El volante perfila su vuelta contra Argentinos.
Si todo terminara hoy, e Independiente sufriera la peor
de las condenas futbolísticas, seguramente Fabián Vargas sería uno de los pocos
que se salvarían del incendio. La bronca de la gente y los aprietes han llevado
a que el Rojo se tenga que entrenar custodiado, y aunque el volante no es el
apuntado por los hinchas, se quejó por el delicado escenario en el que
trabajan. "Parece que uno estuviera haciendo algo malo, como si uno fuera
ladrón, y creo que no deberíamos llegar hasta este punto", protestó.
En diálogo con Rock and Closs, el colombiano pidió
calma y admitió las complicaciones de trabajar con la presión de los aprietes.
"Si bien a mí me quieren bastante, es difícil así... Hay diez o quince
personas que piensan que con violencia arreglan todo, y están totalmente
equivocados", afirmó.
El jugador, que volvió a entrenarse con normalidad
después de un esguince de tobillo, fue incluido por Brindisi en el once
titular, y se mostró enfocado de cara al choque con el Bicho de la próxima
fecha. "El presente nuestro es el partido con Argentinos, y vamos a seguir
trabajando, para conseguir una victoria que nos ayude desde la parte
anímica", cerró.
Fuente Olé
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