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lunes, 29 de abril de 2013

El tridente improvisado que les dio aire a los Rojos




El aporte del Rolfi, Caicedo y Fernández fue fundamental.

 Por Alejandro Casar Gonzalez
          


Dos de los máximos responsables de la victoria: Caicedo abraza a Fernández | Mauro Aflieri - LA NACION

Faltaba una hora para que Independiente jugara con Argentinos y en los parlantes del Libertadores de América sonaba "Creo en los milagros", de Los Ramones. Más que una canción, era una declaración de principios. Claro que para hacer realidad el milagro de la victoria los dirigidos por Miguel Brindisi debían solucionar un déficit particular: apenas seis goles en diez fechas. Que su máximo realizador sea un defensor central (Cristian Tula, con dos goles) ilustra la alarmante anemia ofensiva del equipo.

Brindisi buscó respuestas en el banco, probó durante la semana y se decidió por el Tecla Farías. A Adrián Fernández, otro que domina el libreto del delantero, el DT lo corrió a la izquierda. Montenegro, como de costumbre, fue enganche. Así empezó el partido.
Así quedo la tabla de los promedios

El experimento no dio resultados. Porque Fernández es más delantero que carrilero y, sobre todo, porque Farías se divorció de la red. Ese matrimonio que alguna vez pareció romance eterno está roto. Al jugador de Trenque Lauquen le llegó una sola pelota en el primer tiempo. Su remate pareció de un aficionado. Además, coleccionó cuatro posiciones adelantadas en cinco minutos.

El ingreso de Caicedo en el entretiempo fue una revolución. Fernández lo acompañó y Montenegro quedó como asistidor. Nació otro Independiente, más punzante, más activo, más conectado. El Rolfi se sacó la mufa de los penales (había errado el disparo frente a Boca) y pudo convertir, por fin, por primera vez desde su regreso. Farías había errado el otro penal de Independiente, contra Newell's.

Caicedo, que corre como un canguro y pelea cada pelota como un león, se dejó la piel. Participó en los tres goles: intervino en la jugada que derivó en el cabezazo de Galeano, le dio la pelota a Fredes antes de que Garcé lo tumbara y se generara el penal y, por último, fue el autor intelectual del tercer gol, señalado por Fernández. "Me sentí muy bien jugando con él", dijo Caicedo sobre el juvenil paraguayo. La sintonía entre ambos continúa fuera de la cancha: comparten la habitación en la concentración.

Sobre el triunfo, Caicedo declaró: "Hay que tener paciencia y vamos a poder salir adelante. Estos partidos te dan confianza para trabajar". Fernández, por su parte, optó por rescatar el juego colectivo: "Esto nos da un poquito de calma. Ganamos un partido y todavía estamos en la lucha de siempre. Lo personal pasa a un segundo plano, esto es grupal", dijo Fernández.

Mucho de lo que promete la sociedad Caicedo-Fernández podrá concretarse con la ayuda del Rolfi. Su trabajo es volver a hacer goles.


Fuente Cancha Llena

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