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martes, 23 de abril de 2013

Nadie lo merece




Por Cristian Fernández

¿Para qué intentar explicarte algo que vos sentís como yo? 

¿Para qué buscarle la vuelta a algo que está prefijado por este destino infalible que se nos presenta con esta cruel realidad?

¿Por qué tanto dolor junto, por qué a nosotros y ahora?

¿Por qué nos toca vivirlo?

¿Cómo se para el dolor?

Todas preguntas sin respuestas dañando a mi querido Independiente, el tuyo, el nuestro, el de todos los días. El que pese a todo nunca dejó de existir, el Orgullo Nacional y como tal tenemos que vestir sus colores.

Justo ese color Rojo vivo que hoy sale a la cancha y parece muerto. Y ahí está gran parte de todo esto. Los jugadores que se ponen la camiseta parecen no entender un carajo. Y pido perdón por el exabrupto de la palabra, pero un sinónimo haría repasar más de 100 años de historia, de copas, de alegrías, de tanto pero tanto orgullo y sentimiento que se me pianta una lágrima que cae en el teclado.

Y ellos se enojan.

Sí, los jugadores que se comieron DT tras DT; que se les complica llegar a fin de mes y pelean los premios, sí los premios y las primas; a los que si se los insulta les pesan las piernas y les cuesta más.

Muchachos no entienden nada.

Ojo que hay excepciones, a mí modo de ver las cosas: Tula (infiltrado), Morel, Mancuello (mete por todos), el Rolfi (siempre da la cara, aunque no adentro de la cancha) y algunos pibes del club que juegan por la camiseta.

También se pueden buscar culpables en los entrenadores.

El único que tiene una luz de ventaja es Mohamed, porque por lo menos ganó una Copa Sudamericana.

Los demás pasaron con pena y sin gloria y junto con los jugadores casi como que escupieron nuestro escudo.

De dirigentes ni hablar. ¿Y sabés por qué no digo nada?, porque de gente inescrupulosa, delincuente o incompetente e inoperante no se puede opinar haciendo un balance. Lo único que pido es la condena social eterna.

Para ir cerrando, evitemos la violencia.

No nos va a devolver nada, al contrario nos va a seguir sacando.

Vamos a romper y dañar lo que luego tendremos que pagar. No obstante, no olvidemos ni perdonemos.

Nadie se merece vivir esto en Independiente. Ningún hincha. 

Ojalá el plantel logre comprender y dejen el alma, la sangre y la vida en cada pelota en las nueve fechas que quedan. Para cerrar con dignidad, por lo menos.

Porque a vos, a mí, al que la rema nos cuesta todos los meses sacar ese dinero para la cuota o la entrada, pero lo hacés sin pensar, por amor.

Y, aunque el aporte sea poco para el que lo da es inmenso, porque lo hace desde el corazón.

Por eso, no destruyamos nada, aprendamos a exigir para volver a ser. La chance es muy pequeña y con estos jugadores apáticos y mercenarios parece nula.

Pero nunca nos olvidemos que pese a todo, fuimos, somos y seremos el Orgullo Nacional.


Fuente Infierno Rojo

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