Para Brindisi, la victoria sirve mucho en lo mental.
Por Favio Verona
Los hinchas transformaron esa frase en una canción que
simboliza el sentimiento del cuerpo técnico y del plantel. Volvió el optimismo.
Sí, se puede!”. El cantito, naif para estos tiempos de
vorágine y desenfreno, descendió de la tribuna Sur y se esparció por el
estadio. Invadió las redes sociales, sumó adeptos en los distintos programas
partidarios y fue eje temático de las charlas de los hinchas de Independiente
que se aferran a las tenues esperanzas vigentes. Además de simbolizar, claro,
lo que siente el cuerpo técnico y el plantel.
Ese grito fue una demostración de fe de un pueblo que
volvió a creer después de iniciar una cuenta regresiva que tenía al descenso
como escalón final. “Después de Rafaela nos sentíamos todos muy mal, teníamos
que cambiar mucho, sobre todo la actitud, el juego y no agachar la cabeza
cuando nos convertían. Debíamos vencer a nuestro propio fantasma, esa era el
punto de partida. Este triunfo nos va a fortalecer desde el punto de vista
anímico para afrontar lo que se viene”, se ilusionó Miguel Angel Brindisi, el
técnico de un equipo que volvió a capturar la ilusión. “Tuvimos suficiencia y
capacidad mental para no caernos en el peor momento. El domingo tendremos otra
final ante Tigre, pero ahora vamos a poder trabajar tranquilos y con menos
presión”, aseguró Fabián Vargas, la columna vertebral del equipo. “La victoria
vale mucho desde lo anímico, más allá de los tres puntos”, agregó Leonel
Galeano.
Los números son el principal rival con el que deberá
lidiar Independiente. A pesar del triunfo ante Argentinos y sus implicancias,
el equipo de Brindisi tiene un margen de error mínimo y deberá acrecentar su
ritmo de cosecha para eludir el abismo. “Demostramos que este es un equipo de
hombres. Ojalá pueda ser el punto de partida”, remarcó Diego Rodríguez.
“Sabemos que todavía la tenemos difícil, pero confío en que vamos a zafar”, se
envalentonó Juan Caicedo. Y Fernando Godoy también desnudó su optimismo. “El
principal rival somos nosotros. En junio yo me veo con Independiente en
Primera”, sentenció el volante.
No se trata de subirse al carro del exitismo imperante
en el que los juicios de valor giran en torno al resultado, pero la victoria
ante el Bicho pareció revitalizar a un equipo que anímicamente estaba
destruido. “Si no ganábamos estábamos descendidos”, coincidían algunos
integrantes del plantel. Aquellos rostros inmutables ya no están gobernados por
el desánimo. El tiempo ya dirá si se puede o no.
Fuente Olé
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