El Rojo se entrenó en el estadio.
Por Vicente Muglia
Son los más apuntados por los hinchas, quienes en
Rafaela volvieron a cantar contra ellos como había ocurrido en la derrota ante
All Boys. Más allá de los errores dirigenciales en el armado del plantel y de
las fallas de los técnicos en la conformación del equipo, el veredicto de la
gente es claro: los futbolistas no rindieron en toda la temporada de acuerdo
con las expectativas.
Hasta Tula instaló la duda de si dejan todo…
Cuando un equipo realiza una campaña tan deplorable que
lo encamina hacia el descenso, las culpas siempre suelen repartirse entre
dirigentes, cuerpo técnico y jugadores. Independiente no es la excepción.
Cada
pata tiene su responsabilidad en esta historia.
La inicial imagen positiva que
tenía Cantero se fue reduciendo con el paso de los partidos.
Lo mismo sucedió
con Américo Gallego, que, sin bien no llegó a ser insultado en masa, fue blanco
de críticas pese a ser pedido por la mayoría.
Pero, a nueve fechas del final,
la voz popular parece apuntarle más a los jugadores.
Más precisamente desde el
partido con All Boys, cuando la gente comenzó a cantar contra ellos a los 20
minutos (algo similar a lo ocurrido el domingo en Rafaela).
Bajo la lupa de Olé
, analizando las 29 fechas de la temporada, el veredicto es claro: el plantel
no rindió y, salvo excepciones, estuvo muy lejos de cumplir con las
expectativas. Más allá del notorio error dirigencial con los refuerzos y de las
fallas de los entrenadores al elegir la táctica y el equipo, los jugadores no
estuvieron a la altura.
Y Cristian Tula se manifestó al respecto.
Con Gabbarini y Assmann out en el Inicial por sus
lesiones (ambos con rotura de ligamentos de rodilla) y también del Final pero
por decisión técnica, el arco se lo repartieron Navarro y Rodríguez.
Hilario
atajó 17 de 19 en el torneo pasado y no anduvo.
El Ruso arrancó de titular en
el actual y, si bien no cometió errores graves, tampoco mostró la solidez que
se requería.
Hoy, Brindisi le devolvió el puesto al correntino por una cuestión
de experiencia. ¿Alcanza? La defensa lenta e insegura, una constante a lo largo
de la temporada, cuenta con dos integrantes que zafan del aplazo: Cristian Tula
y Claudio Morel Rodríguez.
El primero llegó mirado de reojo por muchos y como
suplente, y se terminó convirtiendo en referente tanto en la cancha como en el
vestuario.
El segundo arrancó para ser lateral por izquierda pero se consolidó
en un buen nivel en la cueva. El resto alternó algunas buenas y muchas malas. Y
la improvisación se nota en los laterales: por derecha no hay un 4 natural y
por izquierda se afirmó un volante como Mancuello, de buen nivel en este torneo
pese a la roja el domingo.
En el medio quedó expuesto el error en el rubro
refuerzos. Ya había dos volantes centrales, Battión y Godoy, y se trajeron tres
más: Santana, Vargas y Zapata. Estaba claro que “los nuevos” rendían mejor por
adentro que por afuera. Así, el equipo siempre hizo agua por las bandas. Osmar
Ferreyra fue uno de los puntos más altos en el Inicial pero su nivel cayó en
este Final. La falta de generación de juego iba a quedar supuestamente saldada
con la vuelta de Montenegro. Pero el Rolfi (cero gol) es otro de los que están
en deuda. La aparición de Miranda, uno de los pocos aciertos del Tolo, mejoró
el circuito creativo pero el pibe terminó contagiado por la apatía general.
Arriba hubo un problema sin solución: la alarmante
falta de gol. Con Farías desconocido, Leguizamón más afuera que adentro por las
lesiones y Caicedo que no fue una de las dos balas de plata que había prometido
el presidente, el Rojo penó por no concretar las ocasiones que tuvo.
Así se entiende por qué Independiente está cómo está.
Los jugadores, ¿podrán cambiar la historia?
Fuente Olé
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