Los jugadores que perdieron en Rafaela saludan antes de
empezar el partido. Son parte de un plantel que, por sus números, hoy está
entre los peores del fútbol local.
Por Vicente Muglia
Es tan mala la campaña de Independiente en la temporada
que en la tabla general del fútbol argentino, de Primera a la D, figura en el
puesto 92 sobre 99 clubes.
Cuando arrancó la temporada, allá por julio del año
pasado, Javier Cantero fue contundente tras una pregunta que le hicieron sobre
el descenso, durante una charla con la prensa.
“Si en los dos campeonato no
hacemos 60 puntos, entonces merecemos descender”, fue la respuesta tajante del
presidente.
Ni él ni la gran mayoría de los hinchas creían en ese momento que,
a esta altura, con nueve fechas por disputarse, el Rojo estaría tan
comprometido con el promedio. Y con apenas 26 puntos, muy lejos, por más que
gane los 27 que quedan en juego, de esos 60 que había señalado Cantero como
objetivo para no merecer la B Nacional.
La mala campaña es tan notoria desde lo numérico que
incluso excede la frontera de la Primera División.
En la tabla general de
posiciones del fútbol argentino, contando desde la A hasta la D, pasando por la
B Nacional, la B Metro y la C, Independiente aparece en el puesto 92.
Vale
aclarar que son 99 los equipos en total.
Es decir, hoy figura entre los ocho
peores clubes del país, sólo delante de Unión, Yupanqui, Chicago, Puerto Nuevo,
Paraguayo, San Martín (SJ) y Defensores.
Las expectativas eran muy distintas allá por mediados
del 2012. Los refuerzos habían generado la ilusión de pelear arriba. Y mucho
más cuando llegó Américo Gallego, tras un mal arranque de Cristian Díaz (2
puntos sobre 12) que derivó en su salida.
Del Tolo fueron aquellas palabras
llenas de optimismo: “Con este plantel que tengo no me vengan a hablar de
descenso. Yo pienso en salir campeón”. Sus 24 puntos en 24 partidos dejaron
aquel mensaje esperanzador por el piso.
Hoy, se encuentre último o en mitad de tabla entre
todos los clubes del fútbol argentino o mundial, no deja de ser algo
anecdótico.
De hecho, el dato sólo sirve para comprobar la paupérrima campaña.
Lo que sí cuenta en este momento es mantener la categoría. Quedan nueve finales
donde estará en juego el prestigio. “Nunca imaginé que Independiente podía
llegar a estar en esta situación”, confesó Miguel Brindisi al asumir.
El estará
a cargo de capitanear este barco a la deriva para que no termine tocando fondo.
Fuente Olé
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