Miguel, en su living, posó con la bandera.
Por Marcelo Sottile, Vicente Muglia y Favio Verona
Sabe que es difícil, pero confía:
“No voy a Vietnam con
un tenedor”.
Avisa que si la reunión era en la Luna, iba.
Cuenta que trabajará
en lo anímico porque “el arquero rival es King Kong”.
Y que piensa en Farías y
los grandes...
En la calle te dicen que sos un guapo por agarrar a
este Independiente o que estás loco?
-Cuando salí de casa me crucé con el encargado del
garage de enfrente y me dijo: “Miguel, agarraste el Infierno”. Me la tiró a lo
Bambino y se fue, ja.
La casa de Miguel Brindisi, cerca del cielo, en el piso
14, no parece la del enorme jugador de fútbol que fue. Ni la del entrenador que
volvió a Independiente pero también pasó por Boca y Racing. Súper prolijo, como
suele ser él, hay un par de fotos familiares cerca de los sillones blancos pero
no aparece nadie en botines... Allí, siempre en tono Brindisi, tranquilo,
acepta la entrevista. Mientras tanto, a un costado su cuerpo técnico empieza a
ponerse el traje de amianto para empezar a trabajar en este Independiente...
-¿Salvarlo del descenso es como ser campeón?
-Sí, es como ser campeón. Lo mismo dijo Caruso cuando
fue a San Lorenzo. Es una situación muy jodida para la historia del club. Serán
diez fechas decisivas.
-De afuera se te veía tranquilo comentando fútbol. De
hecho primero dijiste que no. ¿Por qué se dio ese quiebre y necesitaste meterte
en el incendio?
-Si no fuera por esta situación que pasa Independiente,
seguro que no agarraba. Yo no quería dirigir más en la Argentina. Aunque
parezca mentira, estoy más acostumbrado a trabajar en el Exterior. Pero un club
como Independiente no podía estar acéfalo, no podía tener un día sin
entrenador.
-¿No se te cruzó el temor de quedar en la foto del
descenso aunque sólo dirijas estas diez fechas?
-La realidad marca que es una foto que puede salir... Y
si nos toca la cara triste, saldré. Pero quizá no me hubiera perdonado no
agarrar.
-¿Los hinchas van a valorar que hayas dicho que sí
después de tantos no?
-Algunos me agradecen en la calle y otros me preguntan
dónde me metí. Hay muchos que piensan que la situación es irreversible, pero yo
no creo eso. El otro día fui a la cancha a comentar el partido y noté el
desánimo. Vi a muchos hinchas de Independiente llorando.
-¿No creés que en algún punto tenés más para ganar que
para perder?
-No entro en el detalle de decir “uy, no voy para no
quemarme” o “pongo en juego mi carrera”. Y en todo caso, si está en juego mi
prestigio, no me importa.
-Marconi dijo que no hay problema en que Cantero
consulte a Grondona...
-Mi gran preocupación es que el equipo empiece a sumar
rápido. Hace rato que no hablo con Julio. Y si lo hubiera hecho no vería ningún
problema en eso. Las sospechas quedaron por el piso cuando descendió River. Se
vio que acá cualquiera se va a la B.
-Se discutió sobre el lugar de la reunión, porque el
rumor es que fue en la casa justamente de Marconi.
-No me voy a involucrar en ninguna discusión de ese
tipo. Sólo digo que si me citaban en la Luna, iba a la Luna. No depende de mí.
Cuando a la tarde me junté con el vice, me dieron una dirección y fui. Quizá
llegaba y había un prostíbulo, ja.
-Pasaron 18 años desde que te fuiste del club y nunca
tuviste una chance concreta de regresar. ¿Estabas prohibido?
-No, quizás era un problema de los demás. Decí que
empecé a salir por TV porque había gente que pensaba que vivía en la Costa...
Estaba alejado del ambiente.
-¿Jugar por no descender es para los grandes?
-Sí, pero primero tengo que ir y ver primero cómo están.
Quizá en algún momento entra un pibe, hace un gol y te cambia el panorama.
-¿El principal déficit es la falta de gol del equipo?
-Exactamente. En el partido contra Boca hubo una
diferencia de tres, cuatro goles, que no se pudo plasmar en el resultado. Con
el 30% de efectividad, me conformo.
-¿Vas a apostar a levantar al Tecla Farías?
-Es uno de mis objetivos. Es un goleador importante.
Quiero hablar con él.
-Otro bajo es el Malevo.
-No lo conozco, tengo que hablar también. La idea es
recuperar a todos los que están caídos anímicamente. En la medida que pueda
poner el criquet para levantar, lo haré. Todo el mundo tiene que sincerarse y
decir si está bien, si está bajo, si tiene problemas...
-¿Pero cómo toma el DT si el 4 dice que le está pesando
el momento? En el fútbol eso no se dice madurez sino cobardía.
-Al contrario: es de hombre decirlo cuando uno no está
bien para competir. Si no lo dice está dando ventajas.
-¿Hablaste con el Rolfi?
-No, no es cierto que haya hablado con Montenegro antes
de agarrar. No hablé con ningún jugador en realidad. El Rolfi fue jugador mío
durante dos años, lo conozco mucho. En Hurácan lo usaba detrás del punta,
jugaba libre con Luchito González. Veré ahora dónde ponerlo.
-¿Qué es Caicedo?
-Lo vi poco. Es un tipo que exige. Me da la sensación
de que necesita espacios para moverse. Ahí puede sacar ventajas con su tranco.
-¿Poner a los grandes incluye al arquero? El Ruso
Rodríguez es pibe.
-Quiero conocerlos a todos los muchachos. Independiente
ha sido una fábrica de grandes arqueros. Después voy a decidir...
-¿Vargas es lo mejor que tiene hoy el equipo?
-Lo vi muy bien, pero no me sorprende. Estamos en
presencia de un profesional. Y de un tipo que sólo sale de la cancha si está
muerto.
-¿Morel de 6 o lateral?
-En Boca lo puse de zaguero central y en la línea. Pero
yo pienso que rinde más de 6. Es un tipo rápido, gana bien de cabeza, aguerrido
como todo paraguayo.
-¿Creés que será un mano a mano con Quilmes?
-No lo sé. Veremos. Igual, dependemos de nosotros,
porque si no ganamos... Sé que estamos jugados, pero habrá que pelearla. En la
reunión del lunes había un televisor prendido y se festejaron los goles de
Quilmes. Cantero llegó justo cuando metieron el tercero.
-¿Pero ves algún otro rival en la pelea por zafar?
-No sé... El año pasado, Rafaela venía perdiendo la
fortaleza de local pero ahora se recuperó. Argentinos empezó a mejorar de la
mano de Caruso. Hoy no se percibe ningún Banfield como hubo el año pasado...
-¿Ves que el problema también es psicológico?
-Sí. Y tendré que charlar mucho con ellos. Con los
dirigentes y el cuerpo técnico tenemos que armar un colchón de contención para
el jugador, que es el gran protagonista. En un momento tan difícil, cuando vas
a patear un penal, el arco se achica. Sentís que el arquero rival es King Kong.
-El club contrató a dos psicólogos. ¿Los usás?
-Sí, me parece algo fundamental en el fútbol. Hace años
que creo en el trabajo de los psicólogos. Los pibes tendrían que tenerlo desde
la Prenovena. Porque hay un error del jugador que a veces los ve como a los
alcahuetes del técnico. Yo he ido una vez a ver a la psicóloga de un jugador
que tenía problemas, para ayudarlo.
-El paladar negro dejó de existir hace tiempo, ¿no?
-Hoy sólo existe el paladar de los tres puntos, ja.
Después se lo refina.
-Hay que comer salchichón en vez de caviar...
-No sé si al final sacás más puntos con el
salchichón...
-¿Sos religioso?
-Soy católico practicante.
-¿Habrá que pedir un poco más al de arriba?
-Yo tengo mucha fe. Por algo esto me sucede... Pero
pará que no voy a Vietnam con un tenedor, eh... Hicimos un análisis del plantel
y tenemos con qué despegar. Después sí, Dios dirá.
-¿Qué les decís a las glorias que critican todo cuando
viene la mala?
-Creo que la unión de la que hablo incluye a todos. Si
sirve la palabra, pido una tregua. Unidos tenemos que salvar a Independiente.
-Marangoni dijo que no se imaginaba hace 20 años a
Independiente peleando por no descender. ¿Vos?
-No. Sólo se pensaba en sumar Copas. Jamás hubiera
pensado este momento...
Fuente Olé
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