Por Matias Carusso
El manager de Independiente, Pablo Cavallero, no solo
demostró que hizo desastres en su primer mercado de pases sino que, en el más
importante de los últimos 10 años, sigue haciendo agua. Todavía no trajo un
solo nombre y su labor está en el ojo de la tormenta porque las decisiones de
Ricardo Zielinski lo exponen.
¿Qué pasó ahora? Es que de los 11 refuerzos que trajo a
principios de año solo rindieron dos: Rodrigo Rey y Martín Cauteruccio.
Coincide con que son los dos de mayor experiencia y jerarquía. Pero además hubo
nueve jugadores que no les dio la talla para asentarse en uno de los equipos
más pobres del Rey de Copas.
Mientras sus compañeros de Comisión Directiva le dicen a la
gente que Cavallero hizo un buen mercado de pases, Mauricio Cuero debió
rescindir a los seis meses por falta de profesionalismo y bajos rendimientos. Y
de los que quedan, Ricardo Zielinski podría prescindir de casi la mitad. ¿A
quiénes más podría borrar el Ruso?
A Damián Pérez (432′ en 7 partidos): lo trajeron para jugar
de lateral izquierdo y terminó jugando Ayrton Costa, cuyo puesto natural es
central. A Luciano Gómez (710′ en 13 partidos): llegó como lateral derecho y
terminaron probando a cuatro jugadores más. Y a Agustín Mulet (572′ en 11
partidos): rindió para el manager pero no para Independiente.
A estos tres nombres hay que sumarles otros que tampoco los
tendrá en cuenta Zielinski si sigue en el club: Joaquín Laso –a quien esta
dirigencia le renovó en enero pasado-, Patricio Ostachuk y David Sayago.
¿De verdad le van a hacer creer al hincha que el trabajo de
Cavallero es digno? No lo subestimen más porque el DT tampoco coincide con su
criterio
Fuente LxR
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