Del Independiente campeón en 2017 al que paró Ariel Holan en
la cancha de Quilmes sólo se repitió un jugador de mitad de cancha para
adelante.
“Tenemos un equipo nuevo y necesitamos darle rodaje, lo
vamos a ir consiguiendo con el correr de los partidos”, exclamó Ariel Holan
apenas terminó el 2-2 entre Independiente y Estudiantes en la cancha de
Quilmes. El Profesor está rearmando un plantel al que se le exige el mismo funcionamiento
que lograron los campeones en el Maracaná.
La realidad demuestra que, excepto Maximiliano Meza, el Rojo
salió con futbolistas prácticamente recién llegados o con mínimo rodaje. Si
bien ocho meses son un tiempo considerable para Silvio y Braian Romero, quienes
se encargan de generar juego sólo reúnen un puñado de partidos. Pablo
Hernández, Francisco Silva y Ezequiel Cerutti demuestran calidad, pero recién
se están adaptando al estilo del Rey de Copas y se nota que el equipo tiene
otro ritmo.
Lejos quedó el esquema triunfante en diciembre del año
pasado con Rodríguez, Domingo, Benítez, Meza, Barco y Gigliotti. Y cada vez que
Tin o el Puma se juntan con Maxi, se ven destellos de aquel once que enamoró a
los hinchas del Rojo.
El DT continuó en su análisis post empate:
“Hasta la
expulsión de Nicolás Figal fuimos superiores y ese es el equipo que yo quiero
ver, con verticalidad y agresividad”.
Holan acepta que lo que le falta a su
nuevo conjunto es continuidad, partidos en el lomo, roce, experiencia y
conocimiento; virtudes que sólo se alcanzan con el tiempo.
Fuente Infierno Rojo
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