Por Javier Brizuela
Tras el triunfo
de la Selección Nacional ante Chile por la Copa América, levantó mucho revuelo
la respuesta de Mauricio Isla acerca de su continuidad en el club.
Obviamente la
palabra "no" que fue lo único que dijo, repercutió en todo el mundo
Independiente.
Como en todos los
acontecimientos que generan polémica y versiones encontradas, lo que tenemos
que hacer es afirmarnos en hechos fácticos.
La realidad es
que el chileno está en todo su derecho de preferir no continuar en el Rojo. Si
bien el club lo fue a buscar cuando había más dudas sobre él que ofertas, no
nos debe nada.
Demostró la
jerarquía que tiene, y es lógico que con 36 años, al no avizorar un futuro
próspero en la institución no desee seguir. Sería buenísimo que continúe,
porque es de lo mejor del plantel, y los referentes hablan de la importancia
que tiene en el grupo. Pero si no quiere, obligarlo no tiene demasiado sentido.
Hasta acá todo
clarito. El tema es cuando y como se tiene que dar esa partida, y ahí es donde
empieza lo complejo. Desde el club ante la consulta de Orgullo Rojo, afirman
que el chileno está al día, y que solo se puede ir pagando un resarcimiento.
El contrato que
tiene es hasta fin de año, por lo que el Rojo está en condiciones de exigirle
volver, o impedirle jugar hasta esa fecha. El vínculo tiene una cláusula de
600.000 dólares, pero está claro que es muy difícil que se reciba esa cifra.
Ahora hay que
negociar para ver hasta donde cede cada uno, para acordar un monto que le sirva
a Independiente, y que a Isla le permita cumplir el deseo de irse y seguir
jugando en otro lado.
Esperemos se
resuelva pronto.
Fuente Orgullo
Rojo
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