Por Lautaro Garrote
Hugo Tocalli
finalizó su breve etapa como entrenador del Rojo frente a Banfield y
protagonizó un muy buen papel como interino de Independiente. Esto no suele ocurrir
y en este caso, como hace mucho no se veía, fue muy provechoso para el club.
Las cosas
indicaban que desde la salida de Carlos Tévez al mando del equipo hace casi un
mes, todo sería descontrol y caos en el predio de Villa Domínico. Pero apareció
un auténtico Señor con experiencia de sobra en nuestro fútbol para aportar la
calma que se necesitaba luego de la polémica salida del "Apache".
El ahora
nuevamente Coordinador de las divisiones inferiores, realizó un trabajo de
hormiga y ponderó la proyección de chicos nacidos futbolísticamente en la
cantera por sobre los resultados, algo que va de la mano con la actualidad
económica de la institución. Siendo esto un condicionante para Tocalli, ya que
debió incluir a varios juveniles (adrede o no) en el once inicial de los tres
partidos que lo tocó dirigir frente a Vélez, Defensa y Justicia y el último
ante Banfield. En los cuales es importante remarcar que no se fue derrotado
tanto de local (una deuda pendiente del último tiempo) ni como visitante. Sacó
cinco puntos sobre nueve, número algo alentador de cara a futuro. Además mostro
algunas facetas de juego interesantes y sin hacer ninguna locura pudo darle
cierto dinamismo al equipo y apostó por un lavado de cara necesario para no
perder pisada de cara a la clasificación a las copas.
El punto de los
juveniles es sin duda el acierto más importante que tiene en su haber, ya que
allanó el camino para que varios de los juveniles que él promovió al primer
equipo, como Lauti Millán, Santiago Salle, Diego Tarzia, Santi López y
compañía, puedan quedarse en el plantel profesional así poder ser evaluados y
tenidos en cuenta por el flamante nuevo técnico, Julio Vaccari.
Además dejó
varias certezas para el nuevo entrenador, como lo es la necesidad de
incorporación (en la medida que se levanten las inhibiciones) de un central de
jerarquía para mejorar la defensa y la esplendorosa irrupción en el once
titular de Santi López, futbolista que no puede salir nunca más del equipo
titular, ya que su verticalidad y habilidad en ataque marcan claramente la
diferencia en el 1 vs 1.
Aunque quedó la
espina clavada de no poder ver a Tomás Parmo jugar unos minutos, está más que
claro que el rol de Tocalli como formador de jugadores es indiscutible y se
deberá escoger el lugar y momento adecuado para que un chico de tan solo 16
años dispute un encuentro oficial. Se lo lleva de a poco y es lo correcto.
Se hizo
mínimamente lo que el contexto pedía, porque si se necesitaba mostrar
futbolistas jóvenes para poder tapar los baches económicos que se generaron
anteriormente, se logró encontrar al piloto perfecto. Ya que agarró la mano de
la nave con firmeza y colocó todo en su lugar, dando lugar a los pibes que se
lo merecían y demostrando con hechos lo que le va a dar un futuro próspero al
club.
Ahora todo queda
en manos de Vaccari, quien con mucho trabajo deberá demostrar por qué se puso
toda la confianza en él.
¡Vamos Rojo!
Fuente Orgullo
Rojo
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