Por Cristian Fernández
Independiente perdió en el cierre del partido ante River. El
gol lo marcó Alario tras un mal rebote del Ruso Rodríguez. El equipo intentó
ser más sólido, pero no tiene idea de cómo atacar. El Cebolla cambió algo
cuando entró, pero el DT no le encuentra la vuelta al equipo.
Independiente arrancó intentando ser un equipo sólido. La
idea fue presionar a River y no dejarlo jugar ni crecer. Cuando logró cortarle la salida lo complicó,
pero siempre con la falencia de la profundidad. Cuando no, el Millonario
tampoco demostró claridad para dañar a su rival.
Así fue que en el primer tiempo fueron muy aisladas las
jugadas peligrosas. Para el local, un remate de media distancia de Lucas
Alario. Para el Rojo, hubo un buen tiro libre de Emiliano Rigoni, un derechazo
de Claudio Aquino que desde el punto del penal no pudo marcar y poco más.
Ya en el complemento, se vio lo mejor del partido. A medida
que iban pasando los minutos, la presión y la idea de cuidarse fue quedando de
lado. Los técnicos de a poco incluyeron cambios ofensivos, pero de todas
maneras no lograban profundidad. La mayoría de las jugadas de riesgo estaban
protagonizadas por remates de media distancia.
Es más, a los 30 minutos con el ingreso del Cebolla
Rodríguez se vio lo mejor de Independiente, aunque no logró marcarlo en el
resultado. El uruguayo en la primera que tocó hizo revolcar a Barovero. El otro
que también provocó una estirada del gran arquero Millonario fue Martín
Benítez, quien desde el banco también intentó darle otra cara al conjunto.
El futbolista más regular del encuentro fue Emiliano Rigoni.
El volante que llegó de Belgrano fue el más punzante y por momentos se mostró
como el camino a seguir. Sin embargo, cuando River creció, el Rojo se quedó y
se fue metiendo en su área. Y cuando parecía que el resultado se encaminaba al
cero, apareció el error y la derrota.
Independiente está atravesando un momento muy complicado. Cada
error es gol del rival y en el área de enfrente no es punzante, pero tampoco
tiene fortuna para marcar. Y, fue así que en el Monumental apareció una vez más
la maldición ante River.
Iban 39 minutos del complemento, Vangioni desbordó y envió
un centro al corazón del área. Siesta de los centrales, Alario saltó y cabeceó
solo. El Ruso contuvo, pero dio un rebote exacto para que el propio Alario
tenga tiempo para dominar, eludirlo y estampar el 1-0 sobre el final.
Una nueva derrota. Un nuevo cachetazo para el hincha. Otra
vez sobre el final. Otra vez en un clásico. Otra vez y otra vez… En el cierre
tuvo alguna chance para igualarlo, pero el Rojo terminó derrotado en su visita
al Monumental. Pellegrino y el Ruso en el ojo de la tormenta. Es hora de cambiar
esta caída libre.
YA ESTO ES INSOSTENIBLE.
Fuente Infierno Rojo
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