El entrenador de Independiente volvió a tocar el esquema
frente a Patronato pero el equipo no se consolida como tal.
¿Qué probó desde su llegada al Rojo? Olé te lo cuenta.
Pellegrino mira entre sus bocetos y estudia el futuro.
Por Isaias Blaiotta
Que modificó y cambió a gusto y piacere no está en
discusión. Mauricio Pellegrino no dudó a la hora de meter mano en el equipo en
busca de nuevas variantes, pero el 11 sigue sin aparecer. Ni siquiera el
esquema madre parece del todo definido: de decir que 'los mejores partidos los
hicimos con una sola referencia' a poner a Denis y Vera como titulares tres
días más tarde fue todo un síntoma. Las tres victorias consecutivas lo
acomodaron en la tabla, pero el funcionamiento sigue estando lejos del gusto
del DT y, principalmente, del hincha. ¿Qué probó el entrenador? ¿Cómo se las
ingenió sin Albertengo, quien estará en la Reserva frente a Sarmiento? ¿Cuál es
el dibujo que más repitió? ¿Puede jugar con Cebolla y dos puntas?
Los primeros partidos de Pellegrino en Independiente
tuvieron la particularidad de mantener el doble 9. Entre Albertengo y Vera se
repartían la ofensiva. ¿Cómo le fue al Rojo? Desde los resultados, nada mal.
3-1 vs Olimpo; 1-0 vs Temperley (estos dos con Valencia y Benítez de compañeros
de Vera, respectivamente); 2-0 vs Rafaela; 1-0 vs Colón y 1-0 vs Defensa. Hasta
la lesión de Lucas, la dupla tuvo minutos en ocho partidos (cinco veces de
titular y tres en el segundo tiempo, siempre con Vera desde el arranque).
¿A qué partidos hizo referencia el entrenador cuando afirmó
que lo mejor se había visto con un sólo 9? Si Pellegrino apostó a sólo un
delantero de área es porque la lesión de Albertengo le "facilitó" la
tarea, más allá de que el surgido de Rafaela no cumple a rajatabla con el mote
de centrodelantero dado que se tira a las bandas con naturalidad. Mientras
Lucas estuvo fuera de las canchas, el DT apostó por un único punta frente a San
Martín (Lucero más Pereyra Díaz: 1-1), Estudiantes (Vera más Benítez: 1-1),
Olimpia (Vera más Rodríguez: 1-0) y Lanús (Lucero más Pereyra Díaz: 1-1).
Luego, en el resto de los matchs, el dibujo se repitió: 4-4-2 con doble 9.
El 'problema' de todo esto no surge a partir de la vuelta de Albertengo, ni de la presión del hincha para ver a Denis, ni por la promesa de goles que Fernández trajo desde Godoy Cruz. Quien 'complica' el panorama es el Cebolla Rodríguez. ¿Por qué? Es que el uruguayo demostró en los últimos partidos que merece ser titular, y Pellegrino no le encuentra un lugar dentro de su 4-4-2. Sus características hacen que el entrenador no lo vea capaz de afrontar las exigencias que en el equipo demanda la función de carrilero e, incluso, en ese sector le sobran variantes: Rigoni, Droopy Gómez, Aquino, Benítez. Incluso, si decidiera ponerlo en ese sector, está claro que lo mejor del Cebolla se vio a las espaldas del cinco rival.
Desde que Pellegrino es entrenador de Independiente, nunca
antes tuvo ante sí semejante cantidad de variantes. Si bien Independiente
carece de extremos netos en la consideración del técnico, le abundan
centrodelanteros por lo que, ante la presencia del Cebolla Rodríguez, el
panorama se complica, sobre todo si se parte de la premisa que el DT entiende
como inamovible la dupla de volantes centrales (Jorge Ortíz fue titular en casi
todos los partidos del campeonato, mientras que Méndez y Rodríguez se
alternaron en su compañía).
Si el doble cinco no se rompe y tanto Rigoni como
Benítez/Droopy son fijas en la cabeza del DT, indefectiblemente un delantero
tiene que ceder. O los tres. ¿Sacar a alguno del fondo? Por lo expuesto en los
32 partidos oficiales que dirigió al Rojo, parece ser una alternativa bastante
improbable, aunque en una urgencia (ir empatando contra Patronato de local y
con un hombre más), puede darse.
Lo que claro está es que, a esta altura, el único que tiene
el puesto ganado en las periferias del área rival es Vera. Indefectiblemente, y
si el DT se mantiene fijo en su postura, el 4-4-1-1 (que en la práctica muta a
un 4-2-3-1, con los carrileros acompañando a Cebolla) será el esquema
predilecto, siempre y cuando el uruguayo esté al 100%.
Incluso, el planteo del entrenador frente a Patronato dejó
en evidencia su idea. Al no estar pleno el Cebolla, la primera alternativa se
basa en los dos puntas netos. Si bien es cierto que gana en poderío ofensivo,
la nula gestación de juego del mediocampo quedó en evidencia, más allá de que
Pellegrino afirmó que optó por el Droopy en lugar de Rigoni 'para darle más
juego y menos vértigo'. En el complemento, con Rodríguez y Rigoni, la cara fue
otra.
Decidir quién y cómo juega para, de una vez por todas,
consolidar una idea sobre la cancha y mantenerla es tarea del técnico. Para
tranquilidad de Pellegrino, abunda material. Mejor que sobre y no que falte.
Fuente Olé
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