Germán Denis entiende la ansiedad del hincha por lograr un
título y pide más paciencia con el plantel. Analítico, reconoce que todavía no
están jugando como pretenden y asegura que en el equipo no hay titulares
indiscutidos.
Por: Favio Verona
Casi ocho años en Europa parece haberlo enriquecido. El
Germán Denis que volvió de Italia dispara reflexiones más certeras. Pudo haber
perdido oxígeno por el paso del tiempo, pero ganó experiencia y su sentido del
humor está intacto. “¿Qué pude incorporar en Italia? Un par de años más”,
bromea. Con 34 abriles, el Tanque ya no camina por Domínico como uno más. Los
hinchas ahora hacen guardia para llevarse su autógrafo. Los jugadores más
jóvenes forman fila para pedirle consejos. Las cámaras y grabadores lo acechan
mucho más que al resto. No porta la cinta de capitán, pero el bacalao lo corta
él.
- ¿Te sentís un líder?
- Eso uno lo tiene incorporado. No pasa por sentir o
demostrar que lo sos. Sé que tengo experiencia y trato de aconsejar a los más
chicos porque Yo también fui pibe y estuve en su lugar. En el plantel hay
varios referentes, como Pellerano y el Ruso (Rodríguez). Cuesta y Tagliafico
también se perfilan para serlo.
- Igual hoy tenés un rol más preponderante que antes de
irte...
- Sí, porque los jóvenes tratan de verse reflejados en lo
que uno hizo en Europa. De allá venís con la cabeza más abierta. No sólo
aprendí en lo futbolístico, también en lo humano. Si algún chico precisa algo,
estoy al pie del cañón.
- ¿Qué es lo que aprendiste en Italia y hoy les remarcás a
los jóvenes?
- Que en cada entrenamiento deben aprender algo. Les digo
que se juega como se entrena. Nadie trabaja mal y rinde.
- ¿Les decís que miren más fútbol?
- Sí. Yo miro bastante, me desespero por ver al Barcelona.
Pero con cuatro hijos, a veces se complica.
- Cuando llegaste dijiste que te ibas a tener que volver a
adaptar al fútbol argentino. ¿Por qué?
- Cambió muchísimo en estos años. Cada vez se corre más y
hay menos espacios. Cuando me fui se jugaba de una manera y hoy es totalmente
distinto. Es un fútbol desordenado, pero con una intensidad muy alta. Debo
esforzarme mucho en cada entrenamiento para adaptarme.
- ¿Qué requiere el fútbol argentino en cuanto a los
movimientos que debe tener un delantero?
- Precisás movilidad y presionar más sobre la salida del
rival. Ir a atorar bien arriba para ayudar a recuperar la pelota.
- ¿En qué porcentaje estás de tu potencial?
- No quiero decir una cifra, pero me siento cada vez mejor.
Todavía no soy el jugador que me tocó ser durante mis buenos momentos en
Europa. Con el correr de los minutos voy a alcanzar el nivel en el que quiero
estar.
- ¿Ante Patronato tuviste tu mejor actuación?
- Fue el partido en el que mejor me sentí. Pero no debo
quedarme con eso.
- ¿Qué te está faltando?
- Me estoy acoplando al esquema, ya que para mí todo es
nuevo. Me está faltando terminar el período de adaptación a un fútbol tan
dinámico. Lo voy a lograr porque hoy tengo más experiencia en todo sentido. Sé
manejar los tiempos, trato de encontrar el momento justo para hacer una pausa,
atacar, presionar o hablar con mis compañeros para que en algunos lapsos
bajemos un cambio y tratemos de manejar mejor la pelota.
- ¿Con qué objetivo regresaste al país?
- Quiero hacer algo parecido a lo de mi etapa anterior. Y mi
sueño es levantar la copa del torneo el 29 de mayo. Me puse a pensar cómo
sería, pero es difícil de explicar. Uno se imagina levantando el trofeo, con
toda la gente desesperada. Tenemos la posibilidad de trabajar para lograrlo.
- ¿Jugando así es posible? ¿En este torneo tan corto
importan las formas?
- Estoy de acuerdo con Pellegrino: aún no alcanzamos nuestro
nivel. Debemos mejorar, lo tenemos en la cabeza. Hay material para jugar mejor.
Si lo conseguimos, vamos a tener más chances.
- ¿Comprenden la impaciencia de los hinchas?
- Sí, los entiendo. Pero este equipo no tiene la culpa de
los 13 años sin salir campeón en el torneo. Nosotros hacemos lo posible para
que ellos estén contentos. No lo estamos logrando en cuanto al nivel, pero sí
en los resultados, que te ayudan a estar más libre de la cabeza. A mí las
muestras de afecto de la gente me dan confianza y me llevan a querer tirarme de
cabeza a la pelota.
- ¿Por qué no consiguen regularidad en el rendimiento?
- Tenemos que aprender a elegir los momentos en los que
debemos ser agresivos o manejar la pelota. No siempre hay que ir con todo a
atacar. A veces la gente te lleva a ir para adelante, a tratar de resolver el
partido en pocos minutos. Pero cuando te tocan equipos como Patronato, que se meten
atrás y tiran pelotazos para no dejarte jugar, es necesario adaptarse al estilo
de juego del rival. Por momentos hay que presionar alto, pero hay que tener
cuidado porque a veces terminás rodeado por tres rivales. Debemos saber elegir
cuándo hacer una pausa. Nos está costando salir de ese vértigo.
- ¿Falta un armador?
- Tenemos jugadores con técnica en todas las líneas. No hay
un enganche clásico, pero Jesús (Méndez), el Marciano (Ortiz) y el Torito
(Rodríguez) pueden hacer jugar al equipo.
- Este club siempre tuvo un paladar especial. ¿Les interesa
respetarlo?
- Es la idea. Creo que les vamos a dar muchas alegrías a los
hinchas.
- ¿Cómo pretenden que juegue Independiente?
- Queremos un equipo muy dinámico y agresivo, Para eso
precisamos más posesión de pelota.
- ¿Hay algún modelo?
- Central. Fue el único equipo contra el que nos sentimos
superados. Tienen una propuesta muy ofensiva, presionan y lastiman. Lanús
también lo hace, pero cuando le juegan de igual a igual, como lo hizo Racing,
lo complican mucho.
- ¿Cómo te complementás con Vera? ¿Te favorece jugar
acompañado?
- Sí, nos entendemos muy bien. El siempre mete en
dificultades a los defensores. Se mueve mucho, es fuerte y sabe con la pelota.
Eso lleva a que yo tenga más espacios y a que no reciba siempre con dos
marcadores encima.
- ¿Te bancás ir al banco?
- Sí, respeto las decisiones del técnico. Acá nadie es
titular indiscutido.
Fuente Olé
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