El otro lado de la altura: qué problemas físicos sufren los
jugadores bolivianos cuando bajan a jugar en el llano
Alejandro Nordio, el preparador físico argentino de la
selección de Bolivia, contó cuáles son los inconvenientes que deben enfrentar
los futbolistas acostumbrados a jugar en La Paz; cómo se prepararon para jugar
en Córdoba
Por Juan Patricio Balbi Vignolo
Nordi (parado de perfil) acompaña a Baldivieso durante un
entrenamiento. Foto: AP
LA PAZ.- La altura se transformó en una cuestión central en
la relación del mundo del fútbol con Bolivia. Las preparaciones y precauciones
que toman los distintos equipos para jugar en La Paz, las declaraciones de los
jugadores y los técnicos, más las actuaciones de los últimos años han hecho que
los 3600 metros de altura donde se ubica el Estadio Hernando Siles se
transformen en una estrella más del juego. Eso, en la ciudad paceña, genera un
malestar constante tanto en el público como en los protagonistas.
El jugador que baja al llano normalmente retiene líquidos,
sufre deshidratación y se siente incómodo por el vapor que sale de la cancha
Por eso, la pregunta que surge es: ¿qué ocurre cuando los
jugadores bolivianos deben afrontar un partido al salir de su ambiente natural?
"Tanto La Paz como Cochabamba son ambientes secos, mientras que Santa Cruz
-a 400 metros sobre el nivel del mar-, es húmedo. Entonces, lo que el jugador
boliviano sufre es el calor y la humedad cuando baja de la altura",
explica Alejandro Nordio, preparador físico argentino y actualmente integrante
del cuerpo técnico del seleccionado boliviano que encabeza Julio Baldivieso.
Previamente, habían trabajado juntos en Aurora y en 2012 presentaron un
proyecto para la selección. Finalmente, terminaron asumiendo en septiembre del
año pasado.
En esta ocasión, para jugar ante la Argentina en Córdoba por
las eliminatorias sudamericanas, se decidió que el plantel de Bolivia haga un
descenso progresivo para no llegar directo desde La Paz, donde jugaron ante
Colombia. "Nosotros estuvimos entrenando en La Paz y bajamos a Cochabamba
tres días antes por sugerencias médicas. Según nuestros estudios, es lo más
aconsejable para descender. En cuanto a la parte física, lo que se puede hacer
en estos períodos es activar las cualidades de los jugadores. Desarrollarlas es
imposible porque vienen con ritmo de competencia", agrega Nordio.
Bajar hay llano no es tarea fácil. Foto: Archivo
-¿Cuánto les influye la altura a los futbolistas que juegan
normalmente en el llano?
-Para jugar en la altura hay que estar muy bien preparado
físicamente y tener un muy buen ordenamiento táctico. Si falta alguno de los
dos, se complica. El problema inicialmente es que el que no conoce lo que es
jugar acá, no sabe qué es lo que sucede cuando hacés un esfuerzo. Un jugador hace
un sprint, tarda en recuperarse y dice "yo el próximo pique no lo voy a
hacer, porque me muero". Y en la altura no se murió nadie, sólo tarda más
la recuperación. El organismo tiene memoria. En cierto momento hay situaciones
que las realiza como en cámara lenta, por una cuestión del tema de la densidad
del aire, que disminuye con el aumento de la altitud.
-¿Ocurre algo similar cuando los jugadores descienden al
llano?
-Debido a la humedad a la que no están acostumbrados, el
jugador que baja al llano normalmente retiene líquidos, sufre deshidratación y
se siente incómodo por el vapor que sale de la cancha. A lo mejor a algunos se
le hinchan los pies y por esas situaciones terminan sufriendo también.
La propuesta que tenemos con Julio es siempre ser protagonistas
y marcar el ritmo del partido
-¿Preparan el partido con la Argentina de una manera
especial?
-El trabajo es similar, la preparación siempre se realiza en
especificidad de acuerdo con el equipo que se va a enfrentar. La propuesta que
tenemos con Julio es siempre ser protagonistas y marcar el ritmo del partido.
Por supuesto que según la instancia y el contexto, muchas veces dependemos de
aspectos del rival. Después, en la parte física hay que activar cualidades
porque los jugadores que están en competencia tienen un trabajo físico en sus
clubes, que es muy bueno. El despliegue, la dinámica y el rendimiento ha sido
iguales que el de las selecciones que hemos enfrentado, con sus jugadores
jugando en la mayoría en el exterior.
-¿Y con los jugadores se busca trabajar algo en particular?
-Desde ya que jugar o dirigir en la selección es una gran
motivación. Pero lo que sucede es que cuando se enfrenta a un equipo que se
puede presuponer en una situación similar, hay una motivación por el lado de
que tenés la posibilidad de avanzar o tenés más chances de sumar. Y cuando
enfrentás a un equipo en teoría superior, está la motivación de jugar contra
estrellas del fútbol, como Messi o Mascherano, y eso es impresionante. Entonces
buscamos apuntar la preparación enfocada en la decisión, la convicción y la
determinación, creyendo que se puede. Después, cada uno lo vive a su manera.
El entrenamiento de la selección de Bolivia. Foto: AP
-¿Cuál es el actual nivel físico del plantel boliviano para
afrontar este tipo de partidos?
-Se decía que los jugadores estaban mal y quedó demostrado
que han tenido un despliegue y una dinámica en un nivel alto. Ni en lo físico
ni en lo técnico-táctico hubo diferencias en ninguno de los primeros cuatro
partidos. Ese rendimiento y esa producción física es mérito de los preparadores
físicos de los equipos. Porque lo nuestro es mínimo en cuestión de trabajo. Por
supuesto que si no manejamos bien los volúmenes de los entrenamientos no van a
llegar bien a los partidos. Pero ese es nuestro enfoque y nuestra concepción.
La propuesta siempre fue la promoción de los jugadores jóvenes y hacer un
recambio, que se está haciendo. Por ejemplo, a Edwin Saavedra, que convirtió el
gol contra Boca, lo hizo debutar Julio (por Baldivieso) con la selección.
-¿Cómo se maneja la parte física en una selección sin tanto
tiempo de trabajo?
-El enfoque de la preparación física se sustenta sobre lo
técnico-táctico. La prioridad la tiene esta última parte. Entonces, trabajamos
en función de eso. Todos los trabajos son físico-técnicos. Buscamos la
reactividad. La parte aeróbica la tienen con los trabajos táctico-estratégicos,
mientras que nosotros nos focalizamos en función de la necesidad de qué equipo
se va a enfrentar, partiendo de la propuesta de Bolivia de ser protagonista y
que los jugadores nuestros participen activamente en el partido. Tienen que
aprender a manejar los conceptos que les inculca Julio.
Fuente Cancha Llena
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