Tagliafico, mano a mano con Olé.
Por Favio Verona y Fabian Rodriguez
Tagliafico, mano a mano con Olé, se define de esa manera y
admite que su nivel creció al compás del equilibrio que impuso Pellegrino en el
Rojo.
Llegó a principios de este año, con el cartel de promesa
estampado y llevando a cuestas una pesada mochila, en la que cargaba la
obligación de revalidar esa chapa. A Nicolás Tagliafico (22 años) le demandó un
tiempo adaptarse a su nuevo club. Al igual que a todos los defensores, padeció
la propuesta de Jorge Almirón, ya que dejaba el fondo descubierto. Desde la
llegada de Mauricio Pellegrino, el lateral izquierdo levantó su nivel,
respaldado por un equipo con una estructura de contención más sólida. Mejoró al
compás del conjunto. Mientras disfruta del último respiro antes de la
extenuante serie de partidos que se le avecina a Independiente, el ex Banfield
hace una pausa entre tanto vértigo para analizar su momento y el del Rojo con
Olé.
“Encontramos un equilibrio que en el torneo pasado no
teníamos porque éramos muy irregulares. Estamos muy bien, hoy somos un equipo
con cierta regularidad. Los resultados sirven para seguir corrigiendo cosas
porque cuando uno pierde se hace más difícil hacerlo. En cambio, los triunfos
te permiten entrenar más tranquilo y mejorar. No nos tenemos que relajar porque
falta mucho y ahora se nos viene una seguidilla muy importante. Tenemos que
tratar de seguir así”, comentó.
-¿Esperaban este inicio?
-Es inusual ganar los primeros cinco partidos del ciclo de
un técnico nuevo. El equipo está equilibrado y, si bien nos falta un poco de
fútbol, estamos consiguiendo triunfos vitales. En el torneo pasado, cuando los
resultados no se daban, había mucha menos confianza. Las victorias nos están
quitando presión, la gente está más tranquila y el cuerpo técnico transmite
serenidad. Lo importante es que no nos relajemos. Sabemos que, en algún
momento, esta racha se va a cortar y tenemos que sacar la mayor cantidad de
puntos porque ahora se viene la etapa más difícil. Afrontaremos cinco partidos
en 15 días y debemos entrenarnos fuerte para estar todos al 100%.
-¿Cuál es el principal cambio con respecto al ciclo con
Almirón?
-Ahora somos más pragmáticos. Nuestro juego no es muy
vistoso y no estamos teniendo tanta posesión como con Jorge, pero somos más
efectivos. Ahora llegamos y convertimos. Eso en el torneo pasado no sucedía. La
defensa trabaja mejor porque hoy atacamos y defendemos los 11. Antes, el equipo
quedaba partido: había cinco que atacaban y cinco que defendían y podía pasar
cualquier cosa. Estamos encontrando el equilibrio que nos hacía falta para conseguir
resultados.
-¿Los trabajos apuntaron a lograr solidez?
-Ha cambiado mucho nuestra manera de jugar. Con Almirón los
laterales pasábamos al ataque, pero muchas veces la defensa quedaba
desprotegida. Ahora tenemos más equilibrio, sabemos cuándo cerrarnos, cuándo
presionar y cuándo no. Ese conjunto de factores nos hizo conseguir solidez. No
es casualidad que nos generen pocas situaciones y nos hagan pocos goles.
-¿El DT armó el equipo de atrás hacia adelante?
-Claro, eso fue importantísimo porque si queremos ganar
cosas importantes, primero tenemos que fortalecernos atrás. La prioridad tiene
que ser que no nos conviertan. Después, hay hombres de jerarquía en ataque y
vamos a generar situaciones de gol.
-Cuesta dijo que Pellegrino, quien fue defensor, los había
aconsejado...
-Es cierto. Es un técnico muy exigente y siempre nos pide
dar más. El equipo está progresando y eso a la larga va a rendir frutos.
Deberemos afrontar tres competencias y las obligaciones son muchas. Para el
bienestar del grupo es importante que nadie caiga en un bajón si no juega.
-El club incorporó laterales, pero Cuesta tiene su puesto
ganado. ¿Te favorece jugar con él?
-Lo estoy conociendo cada vez más y eso es importantísimo
para mí. Sé cuándo me va a pasar la pelota, cuándo la va a reventar o cómo se
va a mover. Jugar tantos partidos con él y el hecho de que no haya rotación
permanente en ese sector me genera tranquilidad. Si juega siempre, eso quiere
decir que su nivel es muy bueno, porque en este plantel el nivel de competencia
interna es alto.
-¿Te sentís afianzado?
-Sí, estoy un poco mejor. Soy un jugador de equipo. Si el
conjunto anda bien, con mi esfuerzo, mis ganas y mi juego puedo aportar mucho
más que en un equipo irregular o desequilibrado. Hoy, por los resultados y por
la solidez que se ha conseguido, juego más tranquilo y me siento mucho mejor.
-¿Por qué en la primera parte no pudiste jugar como en
Banfield?
-Pasar a un grande representa un cambio muy brusco. Este es
un club enorme, hay diez veces más periodistas, muchísima más gente. Pero creo
que se debió a que llegué muy sobre el límite. Me presentaron un miércoles y
tuve que viajar a Rosario porque el sábado debíamos jugar contra Newell’s. La
adaptación lleva un tiempo. Además, la forma de trabajar de Jorge era muy
distinta a la de Matías Almeyda. La pretemporada con Banfield había sido
difícil porque no me había tocado trabajar a la par de mis compañeros. Creo que
la que hice con Mauricio me ayudó bastante y fue clave para que hoy pueda
rendir mejor. Estoy volviendo a ser el de Banfield, pero quiero seguir
mejorando.
-¿Para qué está el Rojo?
-Vamos de menos a más. Debemos estar a la altura en las tres
competencias que tenemos en este semestre. Hay un plantel muy rico en cuanto a
calidad y cantidad. Por ahora, sólo pensamos en lo que se viene, que es Defensa
y Justicia. Sabemos que hay que mejorar en algunos aspectos. En los últimos
partidos nos sucedió que cuando nos pusimos en ventaja terminamos
retrocediendo. Tenemos que corregirlo para ser realmente grandes como equipo.
Fuente Olé

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