Arsenal e Independiente no se sacaron ventaja en el primer
chico de la Copa y finalmente igualaron con dos goles calcados: remates de
Lértora y Vitale desde afuera del área luego de capturar un rebote.
Mucha lucha, mucho torbellino y poco fútbol. Así podría
resumirse lo que fue el partido de ida entre Arsenal e Independiente en esta
Copa Sudamericana. Pese a jugar con mayoría de titulares, el Rojo no pudo
imponer su juego ante un equipo que contó con varios suplentes. El equipo de
Caruso le cerró los caminos a los dirigidos por Pellegrino y llevó el partido
al terreno que más le convenía: trabado en el medio con el objetivo de
aprovechar agazapado algún hueco que dejara el rival atrás. La realidad es que
el planteo del Arse le complicó la vida al Rojo. Y para hacérsela más difícil,
Lértora agarró un rebote en la medialuna del área, bajó la pelota con su cabeza
y, sin que picara, metió una volea inatajable que se coló en el ángulo superior
derecho del arco defendido por el Ruso Rodríguez.
Sin fútbol, con Pisano y Benítez tapados y sin poder
aprovechar la velocidad y cambio de ritmo que los caracteriza, a Independiente
le costó llegar con claridad. En ese terreno, como fue dicho, Arsenal se sentía
cómodo. Pero ya en el segundo tiempo, obligado por el resultado, el Rojo, con
desorden y todo, fue a buscar el empate. Lo tuvo Benítez, pero desperdició una
chance inmejorable con el arquero ya vencido. Hasta que unos minutos después,
Vitale puso el 1 a 1 de una forma parecida al gol de Lértora: recibió un rebote
fuera del área. La diferencia fue la definición: le pegó seco, fuerte y bien
abajo, hacia el palo izquierdo de Limia.
En dos semanas se volverán a ver las caras en el
Libertadores. A ver a quién le rebota y a quién le explota.
Fuente Olé
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.